Antena 3 estrena esta noche otra de sus apuestas ambiciosas para el prime time, la serie de época Bandolera que, protagonizada por una Marta Hazas que no puede estar más guapa en las promos, parece un nuevo culebrón de amores y aventuras, de mucho presupuesto pero poca ambición en sus tramas. No nos engañemos, al final el espectador medio no pide un Lost en cada estreno, pero a veces se echa de menos algo más de enjundia en los argumentos de nuestras series nacionales.

Posiblemente sea la numerosa cantidad de series que últimamente se ambientan en siglos pasados, pero lo cierto es que me da una pereza enorme ver Bandolera esta noche. Si además tengo que dejar de ver mi ración semanal de CSI (si la van a emitir normalmente en martes, no entiendo para qué este lío al espectador), la cosa se pone aún peor, así que optaré por confiar en el buen funcionamiento del iPlus para echarle un vistazo mañana y confirmar si mis expectativas eran ciertas o hay algo que rascar tras los vestidos de seda y las plumas del sombrero de las protagonistas.

Me comentaban en Twitter que el principal problema de esta serie es el target y la cadena en que se emite, pues podría parecer más indicado para TVE que para Antena 3. Sin embargo, yo no creo que sea así, pues no veo muchas diferencias con otras series del estilo que emiten en la propia cadena o incluso en Telecinco: cosas como Piratas, Tierra de Lobos, Gavilanes o la precursora de estas Águila Roja, con sus audiencias dispares, captan a un público muy variado y no especialmente mayor y no tengo claro que la clave de su éxito esté tanto en la cadena que las emite como en otra serie de factores como la originalidad en el momento de su estreno, la frescura de sus diálogos, la competencia en parrilla o la ubicación en esta (por no hablar de las ventajas de emitir sin publicidad) .

Por mi parte, he de reconocer también que la posibilidad de enfrentarme a una serie de duración desconocida me resulta tan incómoda como la descarga de un archivo sin ver la evolución del proceso. Con Hispania por ejemplo, lo tengo claro: si llego a saber que iba a haber segunda temporada, lo dejo. Y es que hay historias que no pueden extenderse en el tiempo y hacerlo es un error, sobre todo cuando has acostumbrado al espectador a un determinado ritmo en los primeros cuatro o cinco episodios y luego no puedes mantenerlo en los restantes. ¿Qué pasará en el episodio de esta semana, último de la temporada? Mucho me estoy temiendo que todo quedará sin resolver y nos emplazarán a una segunda entrega de episodios, a desarrollar en función de los contratos de la productora con la cadena. Un cuento.

Lo que no quiero perderme es la nueva edición de Antena 3 noticias, que promete levantar a sus presentadores de la silla para que dejen de ser bustos parlantes y puedan hacer más dinámica la lectura de la información, que estará explicada con gráficos y otros apoyos audiovisuales de última generación al más moderno estilo conferencia magistral con marchita. Esto no me lo pierdo, especialmente en mi querido Matías Prats, tan cómodo en su parapeto informativo y al que no veo yo paseando por el plató. Si la nueva puesta en escena funciona, podemos empezar a apostar cuanto tardarán el resto de cadenas en emularla.

ACTUALIZACION: Pues ahora resulta que Bandolera es una serie para la sobremesa ¿yo estaba despistada o ha habido algún cambio de opinión de última hora? Realmente parecía un estreno de prime time, anunciado a bombo y platillo en esa franja y con actores de renombre a priori destinados a las grandes apuestas de la noche. Sin embargo, acabo de enterarme de que a partir de mañana la serie se emite en la sobremesa, es decir, compitiendo con Sálvame. Difícil enfrentamiento, pero creo que mejor encaje para la historia.