Una de las noticias televisivas del día es la aprobación total de la fusión de Telecinco y Cuatro, participación en Digital + incluida y que ha provocado un montón de reacciones negativas por parte del resto de actores del sector, algunos de ellos en conversaciones para hacer la misma cosa.
No puedo dar una opinión fundada sobre la legalidad de este asunto porque entiendo que hay muchas cuestiones técnicas y legales que se me escapan y prefiero no comentar mucho porque sin una base legal sería absudo. Me limitaré a decir que entiendo exagerada la decepión en los profesionales de Cuatro que lamentan la fusión por considerar que, dado que Telecinco será socio mayoritario en el proyecto, todo el conjunto se convertirá al estilo de la cadena de Vasile. En mi opinión, esto sería un grave error estratégico, pues la audiencia de Telecinco y la de Cuatro no tienen nada que ver, buscan programas completamente diferentes y lo bueno de esta fusión es la capacidad de rentabilizar dos perfiles de espectadores tan distintos, cada uno por su lado. «Telecincar» a Cuatro sería dividir la audiencia que ya tienen los primeros y diluirla absurdamente, en lugar de aprovechar las ventajas de tener un público facilón como el de Telecinco y uno un poco más sibarita como el de Cuatro (estos son teorías, luego una estudia la programación de unos y otros y se da cuenta de que hay mucha imagen de marca construida).
Esta sería la lógica que yo aplicaría y que estoy segura aplican muchos de los trabajadores, especialmente de Telecinco, no tanto los de Cuatro que lógicamente temen por sus puestos de trabajo en primer lugar y por los incómodos cambios que esto va a suponer para los que se queden. Pero la lógica no siempre funciona y esto mismo lo he podido vivir en primera persona cuando trabajaba en Fox Kids, canal infantil propiedad de Fox y Sogecable que hace ya unos seis o siete años fue comprado por Disney. En aquel momento, no hubo cambios en la estructura del canal y todos conservamos nuestros puestos de trabajo. La lógica decía que el interés de Disney en un canal como Fox Kids venía de la posibilidad de captar toda esa audiencia infantil que veía Pokemon, Power Rangers y todo tipo de series de acción, mayoritariamente de chicos, que Disney no lograba atrapar con sus dibujos animados ñoños, los preferidos por las niñas y los más pequeños (también los padres).
Precisamente este marcado perfil del canal, tan distinto al de la marca Disney, hizo que en el necesario cambio de nombre, ni siquiera se hiciera referencia a la casa madre, pasando a llamarse Jetix, sin que Disney o Mickey Mouse hicieran acto de presencia alguno. Sin embargo, esto ha durado apenas unos años y desde hace ya dos, si no recuerdo mal, Jetix ha desaparecido para convertirse en Disney XD, sus series más características ya no se emiten y ha perdido por completo esa personalidad que lo caracterizaba. Por lo que respecta a sus empleados, la mayor parte han sido despedidos o han encontrado otro trabajo y los pocos que han logrado un hueco trabajan ya desde las oficinas de Disney. El resultado en pantalla, un desastre, la marca que tanto tiempo había costado construir desaparecida y la lógica que muchos aplicamos en su momento ha dejado de existir.
¿Ha funcionado este cambio en términos de audiencia o resultados económicos? No tengo datos reales, pero me atrevo a apostar que no. ¿Cual es la ganancia de Disney entonces? Como no sea eliminar a un competidor fuerte, yo no la veo y, aun siendo esto, creo que la suma de esfuerzos habría reportado mayores beneficios.
Si me preguntan por Telecinco y Cuatro, yo seguiría apostando por sumar sus diferencias para tener un producto ganador pero, a la vista de mi propia experiencia, ya no me atrevo a apostar por nada.
doble telebasura… ojalá me equivoque