Muy divertido este post de TV Squad en el que informan de que el Senado de EE.UU. ha prohibido que los anuncios estén a un volúmen superior al resto de la programación, algo que por lo visto no es solo defecto de la televisión española. Aparte de alegrarse por este cambio tan necesario, se pide, en clave de humor, pero no por ello menos fervientemente y necesario, algunos otros cambios en la forma y fondo de emitir la publicidad.
La emisión del mismo anuncio infinitas veces durante un mismo programa. Como bien dicen en el post, esto es especialmente sangrante durante algunas retransmisiones deportivas, que al estar patrocinadas por una determinada marca, lanzan el mismo spot una y otra vez hasta aburrir. Si se ha comprado una presencia intensa en un programa, al menos las televisiones deberían obligar a las marcas a ofrecer diferentes anuncios del mismo producto y no martirizar al espectador con los mismos machacones 20 segundos. El ejemplo más lamentable: las retransmisiones de premios tipo Globos de Oro, EMMYs u Oscars, que deben cubrir un sinfín de pausas publicitarias y que, entre la intempestiva hora a la que se ofrecen y que normalmente suelen hacerlo en canales de pago, apenas tiene un anuncio de pago, si lo tienen, y aprovechan para machacar con las dos o tres promos del canal de forma insistente y, en mi opinión, tremendamente contraproducente.
La aparición consante del deportista de moda en todos los anuncios, da igual lo que sea que están anunciando. En el caso español, creo que David Villa va a ser nuestra próxima pesadilla. Por ahora le hemos visto anunciando gomina, detergente, hamburguesas, estaciones de servicio… y seguro que me dejo alguna. Al menos en EE.UU. muchos de sus deportistas de élite tienen además madera de artistas pero, en nuestro caso, ejemplos como Villa o Torres, mejor que se dediquen al fútbol que la genetica no les ha llamado por el camino de la interpretación.
La aparición de spoilers en las promos. Como un anuncio más que es, aunque no sea una marca comercial sino contenido de la propia cadena, parece que en EE.UU. también hay quejas por algo que aquí se lleva comentando muchos años ya: la imposibilidad aparente de algunas cadenas de hacer promos atractivas sin desvelar contenido relevante del episodio. A veces, no es solo que cuenten la sorpresa final, sino que te narran la historia completa del próximo episodio sin ningún pudor. La última queja al respecto que he podido leer iba dirigida a la nueva entrega de Pekín Express que, según parece, muestra imágenes de lo que va a suceder en siguientes entregas desvelando así, de forma indirecta pero muy clara, qué parejas van cubriendo determinadas etapas.
Por último, algo que afortundamente solo tenemos que sufrir cada cuatro años, y es la publicidad de los partidos políticos. Esa que además ahora han regulado también para las cadenas privadas, obligándolas a cumplir con unos requisitos que hasta ahora solo tenían las públicas y que nos obligará a ver los absurdos mensajes de nuestra «querida» clase política hasta en la sopa. ¡Vaya manera más tonta de gastar dinero!
Y hay una cosa más que habría que erradicar antes de que el resto de cadenas decidan copiarlo: la nueva cuña que los informativos de Antena 3 meten con los deportes y que, con tan solo un cambio de cámara, hace que pasemos de estar escuchando las noticias a estar viendo un anuncio de gafas o seguros. Esto, tan habitual en la radio, donde los locutores intercalan información con publicidad sin cambiar el gesto, ya no nos sorprende (aunque pueda molestar, yo por ejemplo no puedo escuchar un partido de fútbol en la radio si no es en RNE). Pero es que ahora se está trasladando la fórmula a televisión y es francamente molesta. ¿Dónde quedaron los tiempos en los que los profesionales reconocidos de la televisión no podian hacer publicidad?
Sobre la publicidad descubrí el otro día durante el partido de la sexta algo que me da escalofríos porque se pueda poner de moda… ya estamos acostumbrados a que en algunas emisiones la pantalla se reduzca y aparezca un marco alrededor de ella que haga la promoción de la cadena o de la marca que patrocine… también estamos acostumbrados a la segunda pantalla que muestra los anuncios (durante la pausa publicitaria) mientras la primera sigue activa en un tamaño más reducido… Pero el sábado durante el partido llegaba un momento en el que se reducía la pantalla principal, se mostraba un anuncio de un coche y además con audio añadido que interrumpía la retransmisión del comentarista… demencial.