Ayer por fin terminé de ver la segunda temporada de Fringe, una serie muy criticada en un principio por sus poco sólidas bases científicas y por querer ser una especie de Expediente X, sin lograr llegar a su grandeza.
En lo primero, podemos estar de acuerdo pero ¿cuantas series y obras de ficción de cualquier otro tipo son fantásticas como pueda serlo Fringe y nadie la echa por tierra por ello? Yo creo que las licencias científicas de las creaciones de ficción son sólo eso, licencias creativas, como lo puedan ser las que vemos en las series de superhéroes o cualquier otro producto de ciencia-ficción. Yo cuando veo Fringe no me preocupa si las cosas que me muestran pueden hacerse de verdad, es más, doy por hecho que son imposibles.
Sobre su intención de ser un Expediente X moderno, creo que nos encontramos ante la clásica etiqueta que imponen los críticos, o incluso desde las propias cadenas que estrenan. Es como decir que Nurse Jackie es la House femenina o que Flashforward era la sucesora de Lost. Sea por lo ambicioso del proyecto o por la temática, este tipo de etiquetas nunca son buenas. Hacen que muchos espectadores vayan pensando una cosa sobre unas series que, si bien pueden tener cosas en común o personajes parecidos, nunca serán lo mismo, y los fans de estas otras series nunca se sentirán satisfechos, generando una absurda corriente negativa que nada tiene que ver con el espíritu de las nuevas series.
Pero, tras dos temporadas, Fringe ha logrado desprenderse de estos lastres y volar por sí sola, con solvencia, con creatividad y con sorpresas inesperadas pero, sobre todo, con una muy sólida construcción de personajes que, si te llegan, harán que sigas la historia casi más interesada en la evolución de sus sentimientos y relaciones personales que en la propia historia de ciencia y ficción.
Para mí, la primera temporada de Fringe fue muy buena, esta segunda ha sido aún mejor.
A mi me pasó con Fringe eso mismo de la publicidad negativa. La anunciaron como sucesora de Lost, y cuando vi que muchos capítulos eran (aparentemente) autoconclusivos, la dejé por pereza. Terminé la primera temporada a trancas y barrancas, y por ahí voy. Todo el mundo dice que la segunda mejora muchísimo, así que le tendré que dar una oportunidad.