Son todo defectos, pero no puedo evitar tener ganas de aplaudir cada vez que me enfrento a alguna de las cosas que hace Telecinco en honor a su fama y a su nombre y que no se molestan en ocultar, mucho menos en intentar adornar. Ellos saben que son lo peor y que con ello consiguen la mejor de las audiencias, es una estrategia discutible pero a nivel empresarial una de las principale necesidades del negocio, saber qué se es, qué personalidad se tiene, qué imagen es la más benefciosa y cual es la manera de seguir alimentándola. Y en esto Telecinco se sale.
La última ha sido la emisión de unas duras declaraciones de Mercedes Milá en los pasillos de Telecinco donde afirma mostrarse avergonzada del tipo de cosas que ocurren en la cadena, concretamente en el programa Sálvame y su edición Deluxe. Con su ya característica firmeza, Mercedes Milá arremete contra los colaboradores de Sálvame por «condenar» a personajes famosos que aún no han sido juzgados (en referencia al caso Campanario) y muestra su rechazo al auspicio que se da a mujeres que cuentan sus aventuras sexuales con personajes públicos (en este caso, también en referencia a Jesulín de Ubrique).
Estas declaraciones, que dejan en mal lugar a la cadena y al programa, podrían haberse considerado muy duras para emitir, viniendo de un personaje influyente como Mercedes Milá. Sin embargo, en Telecinco saben muy bien que esto sirve para alimentar la polémica, para abrir un nuevo frente en el programa, un frente tanto más valioso cuanto más relevante sea la persona implicada y, en este caso, Mercedes Milá está siendo utilizada para alimentar el morbo, el ensañamiento, la lucha por ser el más sucio en la pelea.
Decía Jorge Javier Vázquez que él estaba orgulloso de pertenecer a una cadena donde se podían decir estas cosas y donde primaba la libertad de opinión y expresión, queriendo hacernos creer que ese era el motivo por el que sacaban las declaraciones en el programa y aún habrá quién así lo crea. Luego pasan cosas como la de Parada y Jesús Vázquez en Supervivientes y algunos de estos mismos colaboradores y presentadores se echan las manos a la cabeza ¿en qué quedamos?
Todo esto es un juego, que posiblemente acabe por reventarles en la cara pero, mientras les funcione, la máquina de hacer dinero sigue funcionando.
Habra que ver si no fuera Mercedes amiga intima de Jesulín de Ubrique si hubiera hecho esas declaraciones.