Cuando se critica la televisión que tenemos hoy día, es muy frecuente escuchar a los más críticos eso de que es una porquería, que la televisión de masas que se practica es un error porque las masas no entienden y que habría que hacer una televisión de calidad, independientemente de lo que las audiencias respondan cada día.
¿De quién sería en este caso la responsabilidad de decidir qué programas pasan el corte de calidad? Se supone que de los expertos, los profesionales, los que trabajan en la televisión y con años de experiencia que les avalen.
Pues bien, ayer se entregaban los premios de la Academia de la Televisión y los profesionales del medio premiaban, entre otros, programas como Águila Roja o La hora de José Mota en un año en el que, de 19 premios, 15 fueron a parar a la cadena pública. Si miramos los datos de audiencia, tanto la cadena como los programas premiados son los más vistos de los últimos meses, coincidiendo así público y profesionales y echando por tierra las teorías de quienes afirman que la mala televisión es culpa de las audiencias de masas.
Por supuesto, podemos criticar a quienes entregan los premios y pensar que los programas premiados no son los mejores pero, dado que en este tipo de cuestiones tan subjetivas es imprescindible tener un árbitro o una mayoría cualificada, con todos sus posibles defectos, la academia que reúne a los profesionales de la televisión debería ser y es, en mi opinión, suficientemente válida (aunque poco valiente).
Cuando se hace referencia a la mala television, creo que se estan refiriendo a programas como: salvame, tal cual, DEC …