Hoy ha sido un día mucho más tranquilo, para que cogiéramos fuerzas para lo que viene a partir de mañana, supongo. Básicamente, teníamos que hacer una entrevista al encargado del cesped del Bernabeu, algo aparentemente sencillo pero que nos ha costado media tarde.
Por la mañana pudimos grabar a los operarios que estaban cortando el cesped, tapando pequeñísimos agujeritos que pudieran aparecer y trazando líneas perfectas con las máquinas que en su día trajeron de Inglaterra, igual que al responsable de toda la operación. Tenemos tomas panorámicas, planos cortos, planos detalle. Nunca unos cortacéspedes recibieron tanta atención.
A primera hora de la tarde teníamos que grabar la entrevista y, lógicamente había que hacerlo en el campo, disfrutando de la alfombrada obra de arte pero, un equipo de diez o doce personas atronaban las gradas con sus sopladores de hojas, limpiando las gradas de un Bernabeu que en ese momento parecía aun más grande e imposible de limpiar a tiempo para la final. Eran tan solo una decena y todos juntos, pero el ruido que hacían y cómo se concentraba en cualquier punto del estadio en el que estuviéramos, hacía complicadísimo grabar en el exterior.
Nos recorrimos todas las esquinas del estadio buscando algún sitio donde el ruido no se metiera hasta el fondo de nuestros tímpanos pero nada, imposible. Solo quedaba pedir por favor que pararan diez minutos, solicitud que declinaron amablemente. Finalmente, grabamos con el micro muy pegadito al entrevistado y el resultado no ha sido del todo malo.
Siguiente escollo, la megafonía del estadio, que han decidido poner a prueba cuando tocaba grabar las entradillas. Arrancaba y paraba y entre canción y canción intentábamos grabarlas ¡prueba superada! ¡y lo que nos hemos reido!
Quedaba grabar una locución para la pieza previa a la entrevista y con el ruidoso panorama de la tarde solo quedaba una opción: colarse en la sala de prensa y grabar allí. (pero no se lo contéis a nadie).
Podría parecer que no hemos hecho gran cosa en todo el día, pero creedme, entre unas cosas y otras hemos pasado todo el día para enviar 30 minutos de vídeo que acabarán editados en una una sola pieza de unos pocos minutos. Y todo esto con un presentador que no levanta cabeza con el cambio de hora (o quizá sea la chistorra que le hice pedir ayer de comida) y que está disgustado porque pasará aquí toda la semana trabajando pero los medios en EE.UU. solo hablan de los comentaristas que vienen como reyes los últimos días ¡y luego dicen que los bloggers tenemos mucho ego! Eso solo lo puede afirmar quién no ha trabajado con presentadores de la tele.
Te vamos a tener que cambiar el nick por Chica-en-la-tele, como que nota que estás disfrutando! 😉