La verdad, no sé para qué pongo interrogaciones en el título de esta entrada, pues personlamente tengo bastante claro que sí. De entrada, cualquier partido de fútbol como los que esta semana hemos podido ver ya es de interés, independientemente del resultado final pues, como su propio nombre indica, no es hasta el final que el espectador se desenchufa, de ahí el alto coste de los derechos de algunas competiciones.
Pero, además, uno se puede beneficiar de la audiencia del fútbol sin necesidad de gastar dinero extra, aunque para ello sea mejor que los equipos nacionales sufran una derrota y me explico: tanto el canal 24 horas de TVE como Intereconomía tienen programas de fútbol (no sé si son deportivos en general, al menos Punto Pelota no lo es y, en cualquier caso, ya sabemos lo poco que se tocan otras deportes en cualquier programa del género en este país). Estos programas se emiten alrededor de las doce de la noche, justo cuando las competiciones europeas terminan sus partidos y arrastrando, en no pocas ocasiones, algunos de los espectadores que han estado viendo el partido correspondiente de la jornada.
No se trata, en ninguno de los dos casos, por las características de los canales en que emiten y del programa en sí mismo, de audiencias millonarias pero, tanto uno como otro, anunciaban anoche el éxito de sus respectivas emisiones el día anterior, el de la derrota del Barça, como el mayor de su corta historia. TVE incluso hablaba de un 5% de share, 1,5 millones de espectadores, algo que no he sido capaz de corroborar en ningún sitio pero que, sin lugar a dudas, es un gran triunfo.
Sociológicamente es también interesante, pues demuestra que somos malvados (los unos) y morbosos (los otros). Es como ver un accidente y no poder evitar mirar, queremos saberlo todo: por qué ha pasado, cómo se encuentran los protagonistas, si hay daños permanentes, si el paciente se recuperará a tiempo o si el contrario es un señor o un macarra de tercera. Queremos saber si el patinzao se ha debido a un suelo mojado o si era algo que ya se veía venir. En resumén, queremos verlo todo a diferencia de cuando la carretera no sufre incidencia alguna y nadie se para a mirar lo bien que fluye el tráfico.
Hombre, yo especificaría un poco más y diría que las derrotas son rentables… cuanto más tarde mejor. Es evidente que la derrota del Madrí en octavos hizo correr ríos de tinta, pero quitó de delante de la tele a bastante gente en cuartos y semis. De manera análoga, la derrota del Barsa habrá aumentado la audiencia de este día, pero a ver cuánta gente se va a tragar ahora una final entre dos equipos extranjeros…
Yo creo que a las teles les interesa que los equipos españoles lleguen lejos, y una vez ahí, pues si eso que pierdan que da más morbo, pero seguro que se habría perdido más dinero si tanto el Barsa como el Madrí se hubieran quedado en la liguilla previa.