Aún no he visto el episodio, por lo que no descarto tener que volver por aquí a retocar mi opinión sobre el asunto pero, a simple vista, no entiendo el revuelo formado en torno al último episodio de Modern Family que parece tener como eje central de la trama las ganas de uno de sus protagonistas, Phil, de tener un iPad. Es precisamente este tipo de publicidad la que nos podría venir si las leyes lo permiten, un tipo de publicidad tan invasiva o más que la propia publicidad de interrupción pero que, como he dicho en anteriores ocasiones, si está bien hecha, puede tener mucho sentido y no molestar en absoluto.
Que un episodio concreto de una comedia como Modern Family transcurra centrado en un producto que ha pagado un pastón por ser el protagonista suena, efectivamente, bastante mal, pero si resulta que el producto es el mismo que horas antes ha tenido a montones de norteamericanos durmiendo a las puertas de la tienda que al día siguiente lo pondría a la venta y a millones de personas en todo el mundo pendientes de su presentación y ahora de su distribución, la cosa cambia, y a mi entender se convierte en una historia basada en hechos reales que, de no ser por la habitual ausencia de marcas publicitarias en los programas de televisión, podría haber inspirado perfectamente un episodio cualquiera de muchas de las series de televisión que vemos habitualmente.
Si encima se puede ingresar dinero por ello, sinceramente, no veo el problema y si la solución a muchos inconvenientes que la industria audiovisual viene sufriendo desde que la publicidad ha dejado de ser tan efectiva como antes.
Segun reporta TV squad, Christopher Lloyd dice el capi no fue product placement –
http://www.tvsquad.com/2010/04/02/modern-family-co-creator-explains-genesis-of-ipad-story/