El profesor PL Segovia se hace eco de un importante problema de los profesionales televisivos españoles: el contrato por obra. Alude a una noticia aparecida en El Confidencial Digital donde se informa de que el ministerio de trabajo va a auditar los contratos de los profesionales que trabajan en las principales productoras de Madrid, pero no menciona directamente a las cadenas, contratadoras también de personal por obra.
El concepto del contrato por obra en televisión tiene sentido: en un sector en el que los proyectos pueden nacer y perdurar en el tiempo durante años o desaparecer en apenas dos semanas, se comprende que los trabajadores contratados para dicho proyecto dependan de la viabilidad del mismo para seguir contratados. Originalmente, no se trata de una triquiñuela de los empresarios para no hacer contratos indefinidos, pues ellos son los primeros interesados en que el programa siga adelante y se extienda por años, cuantos más, mejor.
Lo que ya no tiene tanto sentido es que estos contratos por obra se renueven año tras año, en profesionales que están de facto en plantilla de las empresas y que llevan ya años trabajando así, saltando de proyecto en proyecto, ascendiendo incluso en sus responsabilidades y sin lograr que se les reconozcan ni la antigüedad, ni las horas extras, por no hablar de las dificultades financieras que supone no tener una nómina. Ocurre en las productoras, que tienen proyectos inciertos, pero ocurre también en las cadenas, cuyos informativos, por poner el ejemplo más sencillo, son perennes, por no hablar de departamentos como el de maquillaje y peluquería, o los propios cámaras e iluminadores, son profesionales necesarios en plantilla independientemente del éxito de los distintos prgramas que se ofrecen en la parrilla y muchos de ellos están contratados por obra.
Como digo al principio, entiendo el contrato por obra en muchas de las producciones televisivas, pero rechazo completamente el abuso que se hace de este tipo de contrato por parte de productoras y televisiones y me parece estupendo que vaya a revisarse el funcionamiento laboral de un sector en el que las leyes normales de la contratación y desempeño apenas se aplican.
En muchos casos es para no engrosar el headcount. A veces es incluso beneficioso, porque si se va a hacer un recorte, son gente que al no aparecer en plantilla como tal, tampoco están en la lista de cortar cabezas…
De todas formas, y estoy de acuerdo contigo en que no es una buena práctica, es algo que pasa en tantos sectores en España, que así tenemos las estadísticas agregadas 🙁