A veces tener mala imagen provoca que tu nombre salga siempre y el primero en la lista de jugarretas sucias o poco éticas de la televisión, es lo que le pasó ayer a Telecinco, que aparecía en todas las páginas de información televisiva como el espacio donde Cobra recalaría después del numerito eurovisivo del lunes. Parecía algo lógico, especialmente después de que aparecierá en Sálvame el mismo martes haciendo unas declaraciones sobre lo ocurrido pero, la parte en la que se afirmaba que negociaba un contrato de entre 30,000 y 40,000 euros para aparecer en plató, ha quedado finalmente en nada.

No dudo que la agente de este señor haya intentado sacar una buena rentabilidad a los groseros tocamientos de su representado en la televisión pública, pero mucho me temo que se ha pasado de frenada pidiendo un dinero que, por mucho que estemos acostumbrados a escuchar cifras escandalosas relacionadas con los sueldos de colaboradores y entrevistados, no parece que en Telecinco estuvieran dispuestos a dar, sobre todo porque estoy segura de que ellos, como yo, creen que por 3,000 euros también acabará yendo.

Desconozco si finalmente llegarán a un acuerdo o ya desde el principio Telecinco renuncia a tener en su casa a este personaje pero, llegue ese momento o no, creo que todos los que hemos criticado que fueran a adoptarle nos hemos precipitado, en un movimiento amparado por la mala imagen que en este sentido arrastra la cadena. Mala imagen que, por otra parte, les reporta importantes beneficios semana a semana.

De la misma manera que ayer se afirmaba que Cobra estaría en Sálvame Deluxe, también eran numerosas las informaciones que decían que Antonio Puerta estaría negociando su presencia en algún programa de la cadena. Nuevamente, creo que la imagen de Telecinco es la que provoca estas suposiciones, pues yo misma escuchaba al abogado de Puerta el martes por la mañana decir que su representado no iría a ningún plató por consideralo negativo para su defensa. Evidentemente Puerta es libre para cambiar de opinión e incluso su abogado puede pensárselo dos veces y llegar a la conclusión de que su presencia en una entrevista cordial con Ana Rosa Quintana, por ejemplo, puede resultar beneficiosa para la defensa pero, a la vista de como hablaba el otro día, no parece que tenga dudas de que esto es malo y peligroso.

Los ejemplos de ayer demuestran que una cadena cultiva una determinada imagen y, cuando ya está asentada en crítica y espectadores, las noticias se fabrican solas y los invitados a los programas se autoinvitan, dando por sentado que sus polémicas interesarán seguro a sus directivos, dispuestos a desembolsar cantidades millonarias por seguir alimentando esta imagen.

Es todo muy reciente y no descarto volver aquí a poner una actualización que diga que finalmente uno u otro, o incluso los dos, estarán en Telecinco pero, ni el uno cobrará una pasta ni el otro sale de la cárcel con el contrato bajo el brazo, de eso estoy segura.