Algo tiene Telecinco que hace que muchas cosas que a priori no son atractivas, se vuelvan de pronto una opción en la parrilla personal de cada uno. Como ya comenté la semana pasada en mi crítica de la nueva versión de Mira quién baila, este no es un programa que me interese y nunca lo vi en TVE más allá de un par de bailes en las pausas publicitarias de CSI. En ningún momento me planteé cambiar a Grissom por los bailarines famosos, ni siquiera a Horatio y sus gafas, por muy cargante que me resultara a veces (y lo pongo en pasado porque, con el paso del tiempo, he aprendido a quererle), pero estoy segura de que tampoco lo hubiera elegido de haberse emitido otro día cualquiera.

Sin embargo, Telecinco se hace con el formato, veo el primer programa con la curiosidad del cambio y, de pronto, me encuentro con que el jueves siguiente sigo teniendo curiosidad. ¿Qué tiene este nuevo Mira Quien Baila para que yo de pronto esté interesada? No lo sé. Si lo pienso no encuentro a ninguno de los concursantes especialmente atractivos, pero me da risa ver a Carmen Lomana mosquerse porque la confundan con la jefa de informativos de Antena 3, disfrutar de la belleza de Helen Lindes o Juan García o de la pizpireta Edurne y el divertido Sevilla. Pero es que esto ya lo había en TVE y nunca me lo plantee como opción.

Tanto la semana pasada como esta, me fui a dormir cuando ya todos los bailes habían terminado, sin importarme quién ganaba o qué estrellas invitadas presentaban su último disco, en un inciso que hace el programa que no entiendo en absoluto, que no aporta nada y que solo concibo si es una publicidad pagada de los discos de los correspondientes cantantes. Es evidente que me puedo dormir sin intriga alguna, pues me consta que al día siguiente me lo contarán en todos los programas de la cadena y precisamente eso creo que es lo que hace distinto este Mira Quien baila de los demás, que lo alimentan todo el día.

Entrando ya en temas más informativos y menos subjetivos, me ha llamado la atención el cabreo de Gestmusic con Telecinco por la creación de Bailame Deluxe, el programa corrillo que se encargó a La fábrica de la tele para ser emitido en el late night de los jueves y en el que los mismos colaboradores de Sálvame destripan a los bailarines. Me encantaría saber cómo han sido esas discusiones en los despachos para que apenas una semana después el programa siga existiendo pero con otro nombre, Mira quién Mira y otra productora.

Ah, que no se me olvide, Pilar Rubio ha ganado enteros de la primera a la segunda entrega, ya no chilla y está mucho más suelta y mejor maquillada. Yo que no confiaba en ella para llevar un programa sola, tengo que reconcer que lo hace muy requetebien.