Cuando una serie que se estrena en verano, destinada a hacer pasar el rato, pero considerada de relleno o en banco de pruebas, funciona muy bien, la serie consigue un hueco en la temporada regular, en septiembre/octubre si es un gran filón con el que atacar desde el principio de la carrera o después de navidad en lo que llaman mid-season. Lo hemos visto con Damages y con Dexter, que en su primera temporada ambas comenzaron en verano, de forma sigilosa, convirtiéndose en un gran éxito que las ha catapultado a la temporada general. Si no recuerdo mal, con Californication también ha ocurrido esto y no me extrañaría que Hung también diera el salto para su segunda temporada.
El último ejemplo de estas características es Nurse Jackie, estrenada este verano con tanto éxito de crítica y audiencia, que apenas unos meses después ya está de regreso con la promoción de su segunda temporada y este fantástico cartel que nos recuerda uno de los principales ejes de la trama: la adicción de Jackie a los analgésicos, como ocurre con House y motivo por el que desde su pre-producción nos vendieron esta serie como la House femenina (sus métodos de trabajo también ayudaban a hacer inevitable la comparación). Tiene algunas similitudes, pero un trasfondo bien distinto y unas relaciones entre los protagonistas que nada tienen que ver con la serie de FOX y que la hacen muy recomendable.
La segunda temporada de Nurse Jackie comienza en marzo así que, si aun no has visto la primera, aún estás a tiempo de ponerte al día, que son episodios de apenas 27 minutos y se pasan volando.