Poco más puedo añadir sobre lo que vi ayer de este programa, que prometía ser muy morboso al mostrar un tipo de jóvenes que ninguno querríamos tener como hijos y que al final resultó ser sólo una buena premisa para un programa mal desarrollado.
Vaya por delante que no fui capaz de verlo entero, precisamente por el aburrimiento que me provocaba, aunque tampoco creo que si en la primera hora no fue capaz de entretener, haya cambiado mucho hacia el final.
Los dos principales defectos que le veo: por una parte la lamentable presencia de los psicólogos, que llevaban un guión aprendido, tanto para hablar con los padres como para hacerlo con los chicos y que de esa manera difícilmente puede imponer autoridad, mucho menos entretenimiento. Y es que, cuando un mal actor recita un texto que ha aprendido de memoria, se nota, mucho, y pierde toda la credibilidad. Esto lo hemos visto ya en otro programa de coaching, en este caso de Cuatro, con Ajuste de cuentas y sus asesores financieros, que han debido salir de la misma escuala de actores que estos psicólogos. Supongo que una vez enfrentados a problemas reales y ejerciendo de psicólogos de verdad recuperarán su naturalidad.
Esta es una cuestión de fondo, pero luego está la cuestión de forma, que tampoco funciona. El casting de los ni-nis es muy bueno, estos chicos tienen mucho potencial, tanto por su forma de ver la vida, como por la naturalidad con la que se desenvuelven como si siempre hubieran vivido juntos y en esa casa. Sin embargo, la edición del programa es lenta, aburrida e incluso incoherente. No se entiende, por ejemplo, que hagan unas patatas y unos huevos fritos en la sartén y que, a continuación, nos muestren cómo cocinan chuletas en el horno porque no han sabido encender la vitrocerámica, algo que se encargan de remarcar en grafismo.
Que no iban a acostarse pronto el primer día y que, por ello, acabarían no llegando a trabajar al día siguiente, era más que evidente desde la primera vez que nos muestran la hora y la actitud de los chicos. Enlazar directamente a la hora a la que se fueron finalmente a la cama hubiera sido mejor idea que ocupar medio programa con imágenes de gente que no hace nada, que ni siquiera cuenta cosas interesantes y que solo se nos muestra para hacer hincapie en que pasa el tiempo y no se acuestan. Por no hablar de cómo al día siguiente hay un grupo que tampoco hace nada porque perdió el transporte que les debía llevar a trabajar y por tanto están «castigados» a quedarse en casa, sin nada que hacer, sin saber qué se espera de ellos y aburridos como monas. Pero, que se les esté provocando un aburrimiento exgerado como medida de presión o que sean felices sin hacer nada, no quiere decir que los espectadores se entretengan o identifiquen con ellos sintiendo eso mismo. Es una mala idea, por mucho que eso sea lo que está pasando, y este creo que es el principal error del programa de anoche, razón por la que acabé desconectando y no terminé de verlo.
Es posible que en siguientes entregas la cosa cambié, aunque sólo sea por el cambio de actitud de los ni-nis, tanto si es para estar más activos, como si lo que hacen es volverse conflictivos, pero un programa de televisión no puede permitirse el lujo de ser aburrido en su primera aparición pública . Sin embargo, la audiencia no ha respondido mal y el programa ha logrado un 6,1% de share (pena no poder ver la evolución de la curva de audiencia).
Yo lo vi hasta el final. Un peñazo. Además me hubiera gustado ver en el primer episodio cómo van a trabajar su primer día.
No lo pienso ver más en directo, si sucede algo interesante lo dirán en Sé Lo Que NO Hicisteis (Ya que NO Hacen nada).
Creo que tendría más audiencia un programa que mezcle Supernani y Nini. Lo llamaría SuperNini y que se basara en enseñar a evitar tener un sinvergüenza de estos en casa (tengo un hijo pequeño).