Mucho se está hablando estos últimos días a propósito del famoso último anuncio del año, ese que cada noche antes de las campanadas genera máxima atención, no sólo por estar colocado justo antes de los momentos más emocionantes de la noche, sino también por la curiosidad que despierta saber qué marca se habrá gastado el pastón que cuesta ese hueco de la parrilla.
Este año además, se da la circunstancia de que el anuncio será el mismo en todas las cadenas privadas, con lo que el dinero que se ha gastado, en este caso, el gobierno de Euskadi, en colocar su marca en todas las principales televisiones del país, a excepción de la pública, es digno de mención. La cantidad no ha trascendido, pero no es difícil hacer un cálculo, como el que publica Javier Dominguez, y que rondaría los 15,500 euros el segundo.
Todo un capital invertido en dar un impacto seguro a una buena parte de los españoles que quizá este año no sea el más indicado, pues quiero creer que serán muchos los que este año más que nunca sintonicen la primera para ver el último anuncio, no ya del año, sino de la historia de la televisión pública española. Un verdadero hito televisivo en nuestro país.
Muchas gracias por la mención. Sigue sin saberse públicamente la tarifa, pero sí la duración definitiva: 30 segundos. Sólo nos queda multiplicar el precio por segundo…