Desde luego, en el cine está siendo la moda de la temporada y muchas son ya las películas que se ofrecen en 3D, aparte de su versión más tradicional. Pero en televisión aún nos encontramos ante unas tímidas pruebas en retransmisiones deportivas y muchas noticias de lo que nos viene.
Siempre he pensado que la televisión en 3D, salvo que inventen un sistema que no necesite gafas, no tiene mucho futuro. Las razones las cuenta estupendamente esta entrada de HiperDef: pagar entre 75 y 100 euros más por un televisor, sólo porque venga acompañado de unas gafas para disfrutar de los programas en 3D, parece algo destinado a un consumidor muy concreto y poco frecuente, sobre todo cuando los programas de estas características son aún muy escasos, por no decir inexistentes.
Todavía estamos esperando que las cadenas emitan de forma regular en alta definición, por lo que creo que lo del 3D está lejos de ser motivo de gasto extraordinario. Además, por mucho que el consumo televisivo sea cada días más individual y hayan desaparecido esas reuniones familiares frente al televisor, es de suponer que los primeros eventos que veremos en tres dimensiones serán las retransmisiones deportivas, que sí se caracterizan por un consumo en grupo, que necesitará por tanto más de un par de gafas por hogar. A un mínimo de 75 euros por gafa, la cuenta sale rápidamente deficitaria.
No me canso de repetir que esto del 3D me temo que va para largo, pero ojalá me equivoque y encuentren unos y otros la manera de hacerlo apetecible para el espectador y rentable para los productores de contenidos y los vendedores de receptores.
Yo prefiero una visión 360º antes que 3D
Con 360º si que te sientes realmente dentro de la película.