Definitivamente la televisión se está desestructurando, y no sólo por los problemas que tienen las cadenas a la hora de lograr audiencias mínimamente parecidas a las de antes o al menos rentables, o por la necesaria adaptación a las nuevas pautas de consumo, ni siquiera por la dificultad de mantener al espectador pegado al televisor para ver los anuncios. No, no estoy hablando de eso, sino de la forma en que algunos programas han optado por emitir sus programas en directo, sin cortar del todo para las pausas publicitarias.
Todo empezó con las retransmisiones deportivas no interrumpidas, como la Fórmula 1, tremendamente costosa y que necesitaba poner anuncios de alguna manera para financiarse, anuncios con los que se corría el riesgo de hacer perder al espectador alguno de los adelantamientos más importantes de la carrera o un simple pero definitivo error en el repostaje, no digamos un accidente. Para subsanar este problema, se optó por la doble pantalla, que permite seguir con el rabillo del ojo lo que pasa en la carrera mientras nos tragamos los anuncios.
A imagen de este sistema de emisión, programas en directo como Fama empezaron a seguir el mismo patrón, permitiéndonos ver lo que ocurría en la academia de bailarines mientras la pausa publicitaria les daba un respiro entre baile y baile. La información que aportaba la imagen del programa no era gran cosa, pero mantenía a los espectadores entretenidos.
Cuatro también intentó hacer esto mismo con Supermodeloo 2008, aunque en este caso era bastante ridículo, ya que las imágenes que aparecían en la pantalla pequeña eran pregrabadas y no tenían interés alguno, aparte de ser repetitivas. El programa fue un fracaso y este intento de mantener la atención del espectador no ayudó.
La última vuelta de tuerca en este sentido es la emisión de todo lo que ocurre durante las pausas publicitarias pero sin siquiera tener que ver publicidad. Lo hace Sálvame en la web de Telecinco hace ya meses, con el llamado Sálvame Pirata, y ahora anuncia que será así como se emita en FDF. Esto me recuerda a la emisión de las galas de Operación Triunfo en el canal 24 horas que se emitía en algunas televisiones de pago, galas que evidentemente no estaban interrumpidas por publicidad y en cuyos cortes aprovechaban para enseñarnos a los triunfitos tomando un piscolabis, calentando la voz o diciendo tonterías. Por algún motivo, supongo que el evidente, la última edición del concurso ya no se emitió en este canal.
Y si hace un par de días Telecinco anunciaba el paso de Sálvame Pirata a FDF, ahora es Antena 3 quién se pasa al directo sin interrupciones, con la emisión de Tal Cual en la web.
Si a esto sumamos que hace tiempo que se ha puesto de moda dar información en medio de las pausas publicitarias para mantener al espectador pegado a la tele, el concepto de programa en directo parece que se está reconvirtiendo en carrera de fondo sin tiempo para dar la espalda al espectador y haciendo imprescindible dotar de contenido a esos minutos con los que antes no se contaba . ¡Que cansancio!
La pregunta es si esto deja contentos a los anunciantes. Cuando el contenido mostrado durante la publicidad durante los anuncios no requiere de especial atención o se trata de una competición deportiva, no creo que importe. Pero parece ser que ahora en El hormiguero hacen juegos en el que se dan instrucciones, con lo que la atención hacia la publicidad prácticamente desaparece.