A veces ves una serie que te gusta mucho y te lanzas rápidamente a recomendarla, porque te he llegado al corazón, porque te ha hecho reir a carcajadas o porque simplemente ha despertado en tí una sonrisa amable y sin pretensiones. A veces, te sorprendes después de haber publicado tu recomenadción, leyendo el resto de criticas de esa misma serie y comprobando que, al menos en tu país, no hay nadie a quien le haya gustado y, no sólo eso, la ponen verde. Se te queda cara de tonta pensando cómo es posible que estés tan equivocada, cómo puede ser que algo que a tí te ha parecido tan divertido sea semejante desastre para el resto de espectadores y si te estará empezando a fallar el criterio que hasta ese momento veías avalado por una serie de opiniones compartidas.
Me refiero en este caso a Cougar Town, la nueva serie de Courtney Cox que, después de convertirse en la entrañable Mónica de Friends y la poco escrupulosa jefa de Dirt, ahora nos saluda desde su típico barrio americano convertida en cuarentona divorciada. Dos episodios he visto y con los dos me he entretenido mucho, tanto que pienso seguir viendo la serie, pero desde luego, no creo que le fuera a haber dado ni una oportunidad si, antes de verla, hubiera leido las feroces críticas que, desde sus distintas tribunas de opinión, lanzan mis compañeros teléfilos.
Es cierto que Courtney Cox está sobreactuada, que es una histérica y que la serie es una sucesión de gags, algunos de ellos bastante previsibles e incluso manidos, pero yo me divierto. No es una serie que me vaya a sorprender y reconozco que buena, lo que se dice buena de ganar un EMMY no es, pero ¿por qué me siento tan culpable disfrutando al verla?
Hoy leo que la ABC ha pedido una temporada completa de Cougar Town y, como los tontos que se consuelan cuando muchos más piensan como ellos, he respirado aliviada. Seremos tontos, pero somos unos cuantos y nos sentimos acompañados.
Las críticas de «Al Descubierto» no eran buenas i a mí me gustan y este verano he visto «Todos Mis Novios» y vaya, que siendo una serie normalucha, hasta tenía su punto. No te sientas culpable.