Empieza Curso del 63 y lo primero que me planteo es ¿cómo ha llegado esta gente aquí? Porque la premisa de encerrar a todos estos chavales en un colegio, con la disciplina de hace cuarenta años, no es la misma si están ahí de forma voluntaria para lograr un premio o si simplemente están de figurantes, con sorpresas inesperadas o «enviados» por sus padres a ver si se reforman. ¿Hay que votar a los que más nos gusten? ¿Hay nominados? ¿Cual es la finalidad del programa?
El formato alterna reality con imágenes estilo NODO que nos recuerdan lo que era la España de los 60, un poco metidas con calzador y que cortan el poco ritmo que tiene el programa. La verdad, parece que carece de estructura clara y todo se sustenta en «putear» a los alumnos.
En menos de 30 minutos ya tenemos el primer abandono, un chico que se niega a que le corten el pelo, una fabulosa melena rizada que parece ser su bien más preciado. Kevin Jesús, que así se llama, razón principal por la que no debería haber entrado en el programa, pues esos nombres no los había en el 63, es sólo un ejemplo de los ataques de histeria que hemos visto por un simple corte de pelo, casi a la altura de ¡mis extensiones de keratina, no!
Eso sí, como ejemplo de por qué algunos chavales actuan como actuan en la sociedad de hoy en día puede funcionar. Ver a padres defendiendo a sus hijos porque el director les ha hablado con autoridad y afirmando que si fuera a ellos «le darían dos hostias» da idea de a qué se enfrentan algunos profesores cuarenta años después. Aunque, claro, todo depende de si estos padres son reales o una caricatura… o lo que ha dejado atrás el programa de Cuatro Hermano Mayor, de donde parecen haber sacado a estas criaturitas.
En resumen, el programa es muy aburrido, especialmente si se trata de verlo todas las semanas. Todo parece muy poco natural y preparado y cuesta creerse las cosas que pasan, como si todo fuera parte de un exagerado guión. En definitiva, no creo que vuelva a verlo, si es que la semana que viene vuelve, que ni siquiera lo sé y en el último corte de publicidad me fui a la cama.
Ah, se me olvidaba: el coro del colegio, una juerga, si esto fuera Telecinco ya tendríamos el politono San Severo ¿se atreverán en Antena 3?
El programa consigue lo que quiere, que es hacernos reflexionar sobre el estado de la educación, y de no ser por Flashforward lo habría visto entero.
Personalmente, creo que para nada es aburrido. Plantea una situación que quizá a ti no te parezca real, pero la idea de pensar en las nuevas generaciones reflejadas tal y como vienen ahí resulta triste. ¿Con esas ideas como se enfrentan luego a las situaciones en el trabajo? ¿A los problemas de la vida? ¿A la gestión de su propia vida?
Creo que es un programa inteligente, y sobretodo, que hace reflesionar.