Si hay una queja recurrente entre los concursantes expulsados de cualquier reality, es la de que el programa manipula las imágenes en que aparecen para hacerles ver peores personas o tergiversar alguna de sus acciones. Es normal que la sensación de alguien que vive 24 horas una situación concreta sea la de que los vídeos que la cuentan están manipulados para crear bandos y convertir a los malos en villanos y a los buenos en hermanitas de la caridad.
Aunque el fondo de los asuntos que se cuentan en estos vídeos puedan ser reales, parece evidente que el lenguaje televisivo exige mostrar las cosas de una manera atractiva para el espectador y que esta utilización de lo que ocurre para el propio beneficio del ritmo del programa puede considerarse como manipulación, aunque probablemente no cambie ni la personalidad de los concursantes ni las situaciones en las que participan.
Sin embargo, lo que esta semana está ocurriendo con la nominación de una concursante en Gran Hermano excede los límites de la necesaria objetividad del programa y está forzando la situación para lograr un record mundial que puede reportarle mucha publicidad, en España y en todos los paises donde se emite el programa. Se trata de Nagore, una de las villanas de esta edición, que no es mucho peor que otros tantos concursantes que han pasado estos años por las diez ediciones anteriores del programa, pero que está a punto de ser expulsada con el porcentaje más alto de la historia del formato en cualquiera de los paises donde ha sido emitido.
Que los programas de Telecinco que hablan de Gran Hermano muestren sus preferencias por uno u otro concursante es algo habitual y necesario, pues hace falta que los colaboradores ejerzan de voz del espectador, pero que lleven varios días insistiendo en que Nagore está ya expulsada, que llamar para cualquier cosa que no sea expulsarla a ella es tirar el dinero y no dejen de fomentar su expulsión para lograr el citado record es, en mi opinión, pasarse de la raya, no porque me preocupe la reacción de la concursante o si realmente su expulsión es merecida o no, sino por la credibilidad que el programa debería al menos aparentar frente a las cámaras.
Y lo peor es que esta noche Merceditas nos querrá hacer ver que ha sido una natural reacción del público.
y que na hecho la moza?