Ya me parecía que lo de Leno era una tontería cuando simplemente amenzaban con boicotear su programa desde las cadenas rivales, prohibiendo a sus estrellas participar en entrevistas en el programa de aquel, pero creo que merece la pena dedicarle otra entrada, hoy que se estrena el programa, para intentar entender por qué esta amenaza de boicot.
El programa de Jay Leno ha sido siempre uno más de los clásicos late night norteamericanos que aquí hemos tenido en muchas cadenas, desde Pepe Navarro en Antena 3 hasta Buenafuente en La Sexta, pasando por Eva Hache en Cuatro o la vuelta de tuerca de Sardá en Telecinco.
Tanto unos como otros, estos programas se emiten tradicionalmente en horario de noche, después del prime time, como su propio nombre indica, se emiten en el late night, por la simple razón de que su formato, más tranquilo y sin continuidad, es más propio de una hora como esa en que el espectador ya va entrando en estado de relajación, algunos incluso lo verán desde la cama y no es necesario verlo semana tras semana para no perderse nada importante.
En televisión todo es transformable. Programas que antes solo tenían cabida a determinada hora van cambiando de lugar en la parrilla, buscando nuevas formas de conquistar a la audiencia o simplemente un ahorro de dinero en tiempos de crisis. Jay Leno es una gran estrella de la televisión norteamericana, pero su alto sueldo no supera el coste de una serie de calidad que se pueda emitir a la misma hora y que pueda enfrentarse a la competencia. Así lo han entendido en la NBC y han optado por pasar el show de Jay Leno al prime time y competir con él por la audiencia de los lunes.
Si no he entendido mal, el resto de cadenas están verdaderamente molestas con la cadena por esta maniobra, que sólo pretende buscar su audiencia de la mejor manera que se le ocurre y que en ningún modo, entiendo yo, va a acabar con montones de horas de ficción, como afirman quienes promueven el boicot. Y, si así ocurriera, sería un ciclo televisivo más en el que el espectador habría optado por ver programas en directo con entrevistas y sketches en lugar de ver series de ficción, del mismo modo que, una vez cambiado el ciclo, los profesionales de los programas en directo podrían protestar por la cantidad de puestos de trabajo que se perderían.
Realmente no lo entiendo ¿me estará perdiendo algún importante matiz? Estoy segura de que alguno de vosotros ahí fuera entiende la postura de las cadenas boicoteadoras. Por favor, que me lo explique.
El problema radica que en late night Jay Leno no competía contra series, y al mandar las cadenas a sus estrellas se podría interpretar como «publicidad extendida»: En prime time ha salido en la serie y cuando termina esta en otra cadena haciendo imagen de marca.
En cambio la situación de ahora no es la misma: Si las cadenas mandan a una estrella suya estarán sacrificando cuota de pantalla de una de sus series a cambio de promocionar otra.
Obviamente se puede interpretar que quizás el juego podría salir rentable, pero ahora hay que sacrificar algo por algo (No como antes) y a los empresarios no les gustan los cambios de sistema.
O al menos esa es mi interpretación: Pataletas porque les han cambiado las reglas del juego en plena partida.