Lo vi anunciado por la mañana, pero se me olvidó por completo poner La 2 por la noche, así que me perdí «esa maravilla» de gala de entrega de los premios de la ATV. Merece la pena realmente leer algunas de las crónicas edel evento, porque parece que en televisión no hay talento para hacer de las entregas de premios una retransmisión susceptible de ser premiada, aunque entiendo que la cuestión tiene su dificultad y que hasta los americanos, los reyes del espectáculo, llevan toda la vida intentándolo con muy poco éxito, apenas algunos años han sido memorables en este sentido.
Dejando al margen la crítica fácil de la retransmisión del evento y del propio planteamiento del mismo, hoy quiero dedicar mi reflexión al hecho de que, una vez más, Cuéntame haya sido la ganadora de la noche. ¿Significa esto que nos encontramos ante un producto fuera de serie? ¿Es Cuéntame la versión nacional de Los Soprano por calidad, aceptación nacional e internacional y buen hacer? Pues probablemente podamos contestar que sí a muchas de estas y otras preguntas parecidas pero, que año tras año sea la misma serie la que se lleve los premios importantes en nuestro país, a mí me provoca una sensación contradictoria, la de encontrarme frente a un buen producto que no lo es tanto por la calidad que tiene, como por la falta de competencia.
Si año tras año ninguna serie nueva (o de las ya presentes en las parrillas) ha podido desbancar a Cuéntame, quiere decir que nuestra ficción está muy malita o que los encargados de elegir a los ganadores de este tipo de concursos se esfuerzan muy poco. Yo no digo que Cuéntame no merezca todos los galadornes de los que ha sido objeto, pero digo yo que en todo este tiempo alguna otra serie de ficción ha tenido que sobresalir por encima de esta, bien por la interpretación fantástica de sus protagonistas, por la calidad de los guiones, por la capacidad de entretener sin mayores aspiraciones o por cualquier otro motivo.
Tengo la sensación de que nos encontramos ante un equivocado planteamiento, el que da por sentado que una obra dramática no puede compararse a una comedia, el que sostiene que las comedias están para reirse y pasar el rato, pero que nunca alcanzarán ese punto de inflexión que las lleve a ser obras maestras, superiores a las que compiten por el mismo público y en la misma franja horaria a base de hacer llorar, o pensar, o simplemente rememorar tiempos pasados.
¿Es Cuéntame merecedora de todos los premiso que le dan año tras año? Definitivamente si, pero ¿no hay ninguna serie a su altura en este país desde hace ocho años? Yo creo que si, pero parece evidente que los miembros de la academia de la televisión no opinan lo mismo. De ser así, yo estaría muy, pero que muy preocupada por la salud de nuestra ficción y, sobre todo, de nuestros espectadores.
Dime en que otras series estás pensando porque llevo haciéndolo un rato largo y no caigo en ninguna que la supere…