Me ha encantado la comparación que TVSquad hace del mercado audiovisual con el de los fichajes deportivos. La sucesión de cancelaciones en unas cadenas y repescas de esas mismas series en otras no puede ser más parecida a las prácticas del mundo del deporte, especialmente aquellas en las que un determinado jugador acaba por ser relegado al banquillo o la grada en un determinado equipo para posteriormente ser fichado por otro diferente que le convierte en gran estrella.
Por el momento estos trasvases de series sólo se dan cuando son canceladas en el canal que las vio nacer, supongo que fruto de una claúsula en el contrato que impide que sean «fichadas» por otra cadena mientras la primera esté aun interesada en el producto. Sin embargo, pese a no tener que estar pendiente de que la cadena vecina te robe el gran éxito de la temporada, el hecho de que puedan repescar algo que tú has deshechado y convertirlo en un éxito hará que muchos directivos se replanteen seriamente las posibilidades de las series que inicialmente pensaban cancelar.
Una mala elección de horario de emisión, una competencia brutal en las parrillas vecinas o una simple falta de interés por parte de las cadenas, pueden dar al traste con una buena serie, o al menos con una lo suficientemente entretenida como para que a otra cadena con menores pretensiones le parezca interesante y cuyos resultados, en una podríamos llamar «liga menor», sean mucho mejores que lo que emiten hasta ese momento. Incluso la posibilidad de emparejarla con otra serie de similares características puede suponer un tandem de éxito que no tenga la misma eficacia que emitidas por separado.
El año pasado lo vivimos con Scrubs y este año ha pasado con Medium, un caso aun más enrevesado en el que NBC esperaba que CBS cancelara Entre Fantasmas para repescarla y emitirla con las historias de Allison Dubois pero, ante la renovación de Melinda Gordon y la imposibilidad de programarlas juntas, NBC renuncia a Medium y CBS la repesca. Una historia que podríamos calificar de rocambolesca, aunque más propio sería decir «carambolesca», y que muestra la importancia del contexto en que se emite una serie como ya he defendido anteriormente.
No es el único caso de esta temporada, pues Me llamo Earl también podría cambiar de cadena después de su cancelación en NBC, quién por cierto parece ser siempre la protagonista de estos curiosos movimientos.
Es un arma de doble filo. Por un lado una serie que siendo cancelada hubiese quedado inconclusa puede tener al menos 1 temporada mas en otra cadena y asi cerrar las tramas, cosa la cual agradecerian los espectadores. Por otro, puede que los responsables de la serie conocedores de la cancelación no cierren la trama pensando en la posibilidad de que otra cadena pudiera repescarla. En caso de no ser asi las tramas quedarian abiertas y la serie inconclusa, lo cual seria una faena para los espectadores.