Otro estreno del fin de semana ha sido el programa de la defensora del espectador de TVE. La verdad es que no sé muy bien qué me esperaba, pero si sé que me ha decepcionado bastante. Quizá sea culpa de la gran cantidad de programas con tertulianos y corrillos que abundan por la parrilla, pero lo cierto es que me pareció lento, aburrido, sin gracia alguna. Hasta Elena Sanchez parece haber perdido las tablas que tenía. Creo yo que hay material más que suficiente para hacer de este programa un buen ejercicio de autocrítica y no solamente una especie de reproducción de lo que son las cartas de respuesta que ya se envían a quienes reclaman algo al defensor del espectador. Para hacerlo así, más valdría que fuera una sección cortita dentro del informativo nocturno, una vez a la semana, a modo de fe de erratas.
La sensación que da es que no han encontrado la forma de limitarse a cubrir la parte de crítica, por eso las secciones de preguntas en la calle (bastante poco naturales, por cierto) y otras secciones que se han anunciado para cada programa como los minireportajes de cómo se trabaja en determinados programas (en este caso eran los informtaivos).
Cuando al principio hago referencia a los tertulianos y corrillos es porque tengo la sensación de que este tipo de programa sería más eficaz si se enfrentaran ciudadanos y responsables de los programas criticados en una especie de tertulia o careo entre unos y otros, donde realmente haya derecho a réplica sobre las excusas que se dan a los errores, como la falta de tiempo en que se excusa una de las cuestiones planteadas. Pero quizá esto sea demasiado arriesgado para una apuesta por la autocrítica que es, en cualquier caso, muy loable y que como tal debemos reconocer.
Por último destacar mi sorpresa al ver que en un mes, la defensora del espectador ha recibido tan solo 677 reclamaciones, algo muy por debajo de lo que yo esperaba y que probablemente se deba a la falta de confianza de los espectadores en que sus críticas vayan a aser escuchadas, atendidas y menos aun reparadas. Este programa puede ayudar a que la gente se de cuenta de que al menos estas reclamaciones se miran con detenimiento y puede entonces que se animen a escribir más, aprovechando la retroalimentación que la aparición en la propia pantalla produce. Será curioso comprobarlo.
Por cierto, si no pudiste ver el programa, recuerda que está disponible en la web de TVE.
Ya sabes lo que siempre he pensado: esto no es para antena. Siguen haciendo television del siglo XX, y ese siglo se ha terminado.