Ayer por la tarde tuvimos la presentación del libro en el Instituto de Empresa, una presentación que planteamos como una mesa redonda para hablar de televisión y de donde salieron reflexiones creo que muy interesantes de cara al futuro del medio y especialmente a su forma de financiación.
Con los cambios tecnológicos que estamos sufriendo y las nuevas posibilidades de consumir televisión sin la pesada interrupción de los anuncios tradicionales, Javier Capitán planteaba la urgencia de adaptar estos mensajes comerciales a los contenidos que acompañan. De este modo, ya utilizado en EE.UU. cuando la televisión era en blanco y negro, utilizado también en el propio Informal, en Muchachada Nui o incluso en el canal de video de Seth McFarlane en YouTube, se consigue que la publicidad forme parte del propio programa, con el mismo espíritu que este, atrayendo por tanto al público del mismo modo que lo hace el programa en sí mismo. Estos modelos son algo arriesgados y en ocasiones difíciles de comunicar al anunciante, quién puede no aceptar fácilmente que sus spots sean parodiados y encima pagar por ello, pero parece una forma efectiva de llegar al potencial consumidor, una que al menos hará que este no cambie de canal.
Por otra parte, se comentó un cambio fundamental en el contenido de plataformas como YouTube, hasta ahora dedicadas a la viralización de vídeos de perritos y gatitos, pero que se ha topado con la publicidad en forma de vídeo y la necesidad de proveer de contenidos de calidad donde los anunciantes estén verdaderamente interesados en invertir. De este modo, se podría hablar de que la fase primera de desarrollo de YouTube se da por terminada, fase consistente en convertirse en web de referencia para todo lo relacionado con el vídeo. Ahora queda la parte más complicada, la de convertir en dinero esa penetración en el mercado y en la mente de los usuarios de internet, consiguiendo acuerdos con las principales productoras de contenidos y con aquellos que tengan algo que contar, original y de calidad, para que depositen allí sus producciones y los anunciantes se interesen por ellos. Se vuelve así a un modelo tradicional, donde los Contigo No, bicho o los La he liado parda, seguirán moviendo usuarios, pero no serán los que proporcionen dinero, pues es el contenido de calidad el que verdaderamente interesa, tanto a usuarios como a anunciantes.
Por último, destacar dos breves comentarios que llamaron mi atención durante la mesa redonda: de una parte, Jesús Moreno nos contó que en la web de Antena 3 han comprobado que la última de las piezas en que dividen cada episodio de los que cuelgan online es el que más tráfico tiene. Este comportamiento de los usuarios hace pensar que la hora de finalización de los programas del prime time se extiende hasta tan tarde, que muchos de los espectadores se van a la cama sin terminar de ver la serie en cuestión, conscientes de la oportunidad que la cadena les brinda de ver ese final a lo largo de toda la semana. Algo que debería hacerles plantearse que efectivamente estos programas acaban demasiado tarde, pero que mucho me temo no es más que una razón más para mantenerlos como están.
Por otra parte, Concepción Cascajosa no comentó que tiene la percepción, como profesora universitaria, de que aun somos minoría aquellos que nos descargamos series de televisión, que incluso estas están limitadas a unos contenidos muy concretos, a los que ella da en llamar series de ‘qualite’ que no son aquellas destinadas al consumo masivo. Quizá este comentario fuera el que más desacuerdo generó entre los allí presentes, convencidos todos de que los hábitos de consumo han cambiado de forma radical precisamente por esta posibilidad, que damos por utilizada en todas las personas jóvenes. Me llama la atención que no se haya hecho un estudio pormenorizado de estos datos porque según con que grupo de personas estés las percepciones al respecto son francamente distintas.
Una tarde sin duda muy entretenida, una mesa redonda que me hubiera encantado alargar un poco más porque todo lo que se decía era muy interesante y que reflejó lo que yo sin duda quería hacer con ella, la gran conversación que nos pueden dar los estupendos profesionales que tenemos en este sector. Muchas gracias a Conchi, Javier, Jesús y Gonzalo por compartir sus ideas con nosotros. Y gracias a todos los que se pasaron por allí para escucharlas y acompañarnos.
Nota al margen: si me estás leyendo y eres la persona que me dió su mail para ponerle en contacto con la editorial, por favor, mándame un correo con tus datos de nuevo, que con todo el barullo no sé donde acabaron los papeles que llevaba en la mano.
Lo del mayor tráfico del último fragmento de los capítulos online, para mí tiene otra lectura, y es que los eternos cortes publicitarios hacen que buena parte de la audiencia (que ya ha recogido la mesa, ido al baño, y fregado los platos) se queda dormida durante la parte final del capítulo. Y no es broma, si saco una estadística de mi casa, un 66% habitualmente se queda sopa, a veces llegando incluso al 80%. Y yo, porque no me quedo sentado viendo anuncios, que si no también caía.
Siempre me he preguntado si esta manía de alargarlo todo tiene como fin que nos durmamos para enviar los mensajes publicitarios directamente al subconsciente…