Este fin de semana y de forma precipitada, TVE ha elegido a la que será nuestra representante en el próximo festival de Eurovisión. Desde un principio estaba claro que las candidatas que se disputarían la representación eran Melody y Soraya y, finalmente, fue esta última quién se quedó con el dudoso honor de ganar la contienda. Por qué a TVE le sigue interesando participar en un concurso como este es algo que se me escapa, pero ahí estamos año tras año, intentando superar las estadísticas: que si más espectadores que el año anterior, que si el mejor puesto en cinco años y así, dato a dato, buscando una excusa que justifique el gasto que la empresa pública hace en el dichoso festival.
Algunos este año se han puesto muy contentos porque llevamos una representación de verdad, una cantante conocida en nuestro país y nada de frikismos como el pasado año, pero luego veremos las audiencias y nos decepcionaremos como en cada edición anterior y es que, si no hay algo especialmente relevante que seguir, a la gente no le interesa el festival de Eurovisión, al menos no a los españoles.
Las dos últimas ediciones que han tenido algo de respaldo de los espectadores han sido aquellas que iban acompañadas del ruido generado por otros programas de televisión al margen del propio concurso cantarín: por un lado el año de Rosa, que se benefició del éxito de Operación Triunfo y la campaña de promoción que hizo pensar a muchos que ese año sí ganaríamos por fin el festival y por otro lado, el año pasado, en que todos quisimo ver hasta donde llegaba la broma de Buenafuente, programa que sin duda fue el mejor apoyo promocional para el concurso. Tanto un año como otro, los resultados de las votaciones han sido los previsibles, pero para la cadena no debe ser tanto el resultado final del concurso como el de las audiencias, motivación principal por la que moverse, y en estos casos triunfaron.
Conclusión: el Festival de Eurovisión debe ser algo que trascienda más allá de la propia representación española en un concurso de cantantes una noche de sábado. Debe venir acompañado de un conocimiento más profundo de los concursantes, de las canciones, de lo que se encierra más allá de una bonita voz cantando o de un esperpento mofándose de un compadreo entre paises del este. Cómo hacerlo para que de estos buenos resultados es la tarea que tienen por delante, no solo TVE, sino algunos otros paises europeos que se empeñan en seguir participando a sabiendas de las pocas posibilidades que tienen de ganar. Así las cosas ¿nadie se ha planteado hacer un Gran Hermano Eurovisión donde, aparte de cantar, podamos conocer a los concursantes? Porque esto es un programa de TVE que si fuera de Telecinco, ya se les habría ocurrido y estoy segura de que tendría un gran éxito.
Tienes toda la razón, si no hay algún boom en España el tema de Eurovisión no vende, de hecho me estoy planteando el quitar de la web que dirijo, lo relacionado con Eurovisión porque no vende.
Por otra parte, no se hasta que punto ha llegado RTVE para que Soraya finalmente nos represente en el festival (a mi sinceramente me da igual), pero, que ha pasado con los miles y miles de seguidores de Melody y ¿por que en el último momento los Vivancos le dejan en la estacada?, desde mi opinión creo que han hecho lo posible para que Melody no representara a España.
Realmente RTVE se podría parar a replantearse el dejar de seguir malgastando el dinero del contribuyente en estos espectáculos de capa caída, e invertirlo en mejores películas, nuevos proyectos, etc.