Anoche no ví La Caja, demasiado tarde y tampoco parecía que la cosa mereciera la pena. Pero esta mañana he entrado en la web de Telecinco por si había algo que poder ver y me he encontrado con la grata sorpresa de que los casos tratados en el programa estaban íntegramente disponibles. Si me dan estas facilidades, no puedo menos que ver algún caso para hacer la crítica después.
De las opciones ofrecidas, me decanto por la mujer que tiene fobia a las cucarachas, primero porque los otros dos casos me resultan demasiado duros, especialmente el de la tragedia de Spanair, y segundo porque las cucarachas son un animal que a mí también me resulta asqueroso, por lo que me resultará fácil meterme en la piel del concursante. A los pocos minutos de empezar la historia ya sabemos qué es lo que le pasa a esta mujer: si la edad en la que empezó a padecer la fobia es la misma en la que sufrió un trauma infantil como la separación de sus padres, parece evidente que está proyectando el dolor de la separación en una reacción exagerada hacia algo que en su momento también le afectó.
Aparte de esta perogrullada, la evolución del «tratamiento» es un poco infantil, la forma en que la psicóloga (si la voz en off lo es) habla a Estefanía es la misma forma en que nos dirigimos a los más pequeños cuando queremos que confíen en nosotros o les estamos explicando algo complicado, no parece propia de una conversación entre adultos, del mismo modo que las imágenes de la habitación que se le ofrecen son profundamente infantiles, pero es de suponer que eso será parte del «tratamiento». Sin embargo, como espectador, resulta francamente tontorrón y da la sensación de que traten a Estefanía como boba, lo que me provoca rechazo.
El concurso es definitivamente un éxito, puesto que el formato ya ha sido vendido a Endemol para su explotación en el extranjero, pero no me parece que tenga mucho recorrido y sin duda el único interés que despierta es el del puro morbo de ver a personas sufrir. El registro de share fue bastante bueno (22,9%), pues supo aprovechar el arrastre de Aida.
la tele apesta, pero viene la crisis que pondrá a cada inútil ejecutivo en sus sitio…30 millones de euros menos en concepto de publicidad para tele5.
Pasé más de un año con un formato original, convenciendo a los jefecillos de las teles, nada que hacer, sólo venden los que venden…y la originalidad y la excelencia no son garantías de nada.
Jamás vi nada igual, ya no se respeta nada, y el show de truman se quedó corto.