No sé muy bien como interpretar los datos pero sin duda se trata de algo digno de estudio y motivo de satisfacción: despues de años en antena, y tras meses de constante crisis de audiencia en la franja de sobremesa de Antena 3 y Telecinco, el miércoles La 2 con su programa Saber y Ganar logró un 11,7% de share, por encima de los datos de Lalola en Antena 3 y el nuevo Está Pasando en Telecinco. También superó a La Sexta, que a esa hora emitía su programa de mayor éxito: Sé lo que hicísteis.

Parece imposible concluir, con estos datos, que el espectador medio de la televisión se ha vuelto de repente un espectador culto, muy interesado en los programas de divulgación y ansioso por ver más contenidos de este tipo en las cadenas, por lo que sugiero a los directivos de las privadas en crisis que se abstengan de lanzarse como locos al programa cultural. Aunque, pensándolo bien ¿por qué a nadie se le ha ocurrido ubicar Pasapalabra o 50×15 en esta franja nunca? Quizá funcionaría bien, mucho mejor de lo que lo hacen otro tipo de programas, e incluso mejor de lo que lo hacen en su habitual franja de tarde. Se puede intentar, pero no todos a la vez como hacéis siempre, por favor.

Lo que es evidente con este dato es que el público no parece ser tonto del todo, como muchos piensan y se esfuerzan por probar, y cuando un producto no les gusta, no convence o simplemente está mal hecho, los espectadores no se quedan como borregos atontados frente a la pantalla, sino que buscan alternativas. Así, si Esta Pasando no gustaba en las tardes, nada hacía pensar que su paso a la sobremesa con la misma clase de reportajes pero sin la gracia del otrora vilipendiado Aquí hay tomate, fuera a ser la solución. Del mismo modo, Lalola lleva ya un tiempo en decadencia, motivo por el cual ha sido ya oficialmente cancelada y los espectadores buscan algo con lo que entretener su rato de modorra.

Programas como Saber y Ganar no están hecho para arrastrar decenas de puntos de share y convertirse en la gran revelación de la temporada, pero si son una apuesta sólida y segura y datos de audiencia como el de ayer demuestran que espectadores acostumbrados al más ligero de los entretenimientos pueden caer atrapados en los brazos de un clásico como este cuando la oferta restante es poco o nada atractiva. Es bueno saberlo.