Empezaron por ir incluyendo reality shows salpicados por la parrilla, y parece que la cosa ha funcionado bien, porque hace ya unas semanas anunciaron que abandonaban el concepto de canal musical para ser una cadena dedicada al público joven y esto supone el incremento de formatos distintos a la música, entre ellos los realities y las series.
La tendencia empezó en EE.UU. pero la filial española no ha esperado mucho para incorporar algunos de los programas de mayor éxito entre el público afín, como la muy exitosa serie Física o Química, que tendrá una segunda juventud en el canal antes musical.
La teoría de muchos es que las nuevas formas de consumir música son las que están terminando con canales del estilo de MTV, pues los jóvenes ya no se sientan frente al televisor a esperar a que el programa de turno les emita un videoclip de su canción favorita rodeado de otras muchas que no le interesan, sino que se sientan frente al ordenador y buscan en YouTube la canción que quieren ver y escuchar y la encadenan con el resto de piezas de su interés, sin esperas y sin aburridos temas «marketeados» hasta la saciedad, es más, los sistemas de recomendación de este tipo de plataformas les permiten descubrir nuevos artistas e incluso recordar temas hace tiempo olvidados, pero siempre de la música que ellos quieren ver y les interesa. Definitivamente, un cambio de concepto.
Esto ocurre hoy en día con el mundo de la música en televisión, que es sustituida por las series y realities juveniles, pero no es más que el principio de un cambio radical en los hábitos de consumo del ocio televisivo que no parará con este formato. Del mismo modo que los jóvenes no quieren esperar a que la televisión les ponga la música que quieren oir, tampoco quieren esperar a que les pongan sus series o sus películas, y poco a poco irán comportándose con estos programas como han hecho con los videoclips y las cadenas deberán adaptarse a estos cambios, ofreciendo una experiencia completa, que se adapte a todos los consumidores o estarán condenados a resultados raquíticos y poco rentables o a emisiones de programas de poca calidad.
Los directos son y serán siempre una tabla de salvación para la televisión tradicional, y no solo en lo que se refiere a retransmisiones deportivas. Los grandes creadores de formato seguro que ya están pensando en ello.
Dudo yo que los creadores de formatos estén ya pensando en eso. Estos no suelen correr delante del toro, sino detrás. Así les va.