Debo ser algo rara, pero soy de esas personas a las que la noche de fin de año no le gusta: me parece un rollo tener que estar de fiesta por decreto y no poder irse a la cama a una hora normal porque es fin de año y hay que estar levantado y bebiendo hasta las tantas, aunque la oferta de ocio familiar o televisivo sea la peor de todo el año. Afortunadamente tengo una familia muy comprensiva que me permite de vez en cuando coger a mi marido y a mi hija y liberarme de las obligaciones navideñas, escapándome de viaje a algún lugar donde cenar tranquilamente, tomar las uvas sin mucho stress y a continuación meterme en la cama como cualquier otro día, o no, según me apetezca a mí y no a quienes marcan el horario desde la costumbre.
Este año la ciudad de destino fue Londres y el ejercicio de zapping llevado a cabo durante las horas previas a las campanadas y la inmediatamente posterior fue una muestra de lo que cualquier televisión debería ofrecer al espectador: apenas un par de programas especiales, uno de ellos un concierto de Elton John y el resto de canales con su programación habitual. Bueno, desconozco si era la programación habitual o la emisión de episodios repetidos de las series y películas, pero desde luego había oferta suficiente para quién no tiene interés en fritos y refritos de las «mejores» actuaciones musicales del año.
¿Para cuando una oferta parecida en España? ¿Es verdaderamente necesario que todas las cadenas se pongan de acuerdo para hacer el mismo pestiño porque verdaderamente el español medio hace la noche de fin de año eso que yo no soporto y me hace huir? Verdaderamente, me cuesta creer que no haya suficiente masa crítica entre los telespectadores como para que a una cadena le compense, no digo seguir con la programación habitual (o si) pero al menos poner series, documentales, una película que merezca la pena… lo que estarían poniendo ese mismo día en cualquiera de los canales de pago, por ejemplo.
Al estar fuera de España no pude ver qué ofrecía la TDT esa noche, pero estoy segura de que, por mala que fuera la oferta, muchos acabaron recurriendo a ella en ausencia de otra cosa mejor: tanto aquellos que simplemente no quieren ver tele mala, muy mala, como aquellos que por circunstancias familiares, personales o simplemente manías no tienen interés alguno en hacer algo distinto, televisivamente hablando, de lo que hacen el resto de los días.
Yo es que no veo la tele en nochevieja, y mucho menos después de las 12. Creo que ahora todo el mundo dispone de dvds, películas o series descargadas para ver cuando a uno le de la gana…