No tengo más remedio que insisitir en algo que acostumbro a decir con frecuencia: si una cosa está funcionando bien, no la toques. Sin embargo, parece que ser directivo de televisión te impide acogerte a esta máxima tan sencilla y algunos de los programas que funcionan bien son movidos por la parrilla o modificados en su estructura para intentar conseguir aun mejores resultados de los que ya consiguen.
Es lo que han hecho con las dos últimas ediciones de Esta casa era una ruina, uno de los formatos con mejores resultados de Antena 3 y que en sus dos últimas entregas incluyó un directo en el que veíamos a los protagonistas de la reforma radical de su hogar y sufríamos una extensión de la duración del programa bastante inútil. El resultado: pese a que el programa ha tenido muy buena audiencia, esta ha sido la más baja de todas las entregas, demostrando así que lo que el espectador busca es ver la reforma de la casa y las reacciones de los beneficiados con ella, punto. La entrevista a los protagonistas con preguntas del tipo ¿te ha gustado tu casa nueva? o ¿sacan mejores notas los niños ahora con la casa reformada? no interesan al público, que puede empezar a cansarse de la nueva forma de ofrecer el producto y hacer que este pierda su interés, echando por tierra la extensión de los buenos resultados de share que consiguen al alargar el programa.
En favor de Antena 3, no puedo dejar de comentar lo que Ferrán Monegal ya destacaba el martes en su columna de El Periódico, la elegancia con la que la cadena mostró la historia de los niños huérfanos protagonistas de la entrega de esta semana, sin indagar en sus problemas o tristes historias personales y prestando atención únicamente a lo que atañía al programa, la posibilidad de ofrecerles un lugar mejor donde pasar sus complicados fines de semana.
Feliz navidad y prospero año nuevo les deseamos desde EPISODIO PILOTO