No puedo estar más de acuerdo con esta entrada de Chico Santamano a propósito de la dichosa corrección política en televisión. Según parece, en la última reunión de ALMA, el sindicato de guionistas españoles que andan un poco revolucionados con el maltrato que sufren por parte de las productoras, alguien quiso sumar a los problemas ya existentes uno más: la necesidad de promover la igualdad entre hombres y mujeres desde los guiones de las series y películas patrias.
Parece que las reacciones en la asamblea estuvieron divididas entre quienes apoyaban la iniciativa de la asociación CIMA y quienes, sin embargo, mostraban su perplejidad ante un problema que consideran inexistente en nuestras producciones y además indeseable, pues lo ideal sería que cada uno escribiera lo que le da la realísima gana, en función de lo que quiera contar o de cuan provocador quiera ser, sin necesidad de estar pendiente de si algún determinado colectivo va a saltar rápidamente a criticarlo asumiendo que, por el hecho de estar en un producto de ficción, ya se está de acuerdo con lo que allí ocurre.
Como bien dice Chico y ya mencionamos aquí el día que hablábamos de las claves del éxito de 24, gran parte del encanto de las series norteamericanas es su capacidad para hablar de todo sin tapujos, sin corrección política en muchos casos y asumiendo que el espectador es lo suficientemente inteligente como para diferenciar realidad de ficción. Un Jack Bauer español ¡impensable!
Parece ser que hablaron también de las series de Globomedia y su tendencia a mostrar a los hombres como unos verdaderos patanes, enfrentados o enamorados de mujeres siempre bellas e inteligentes, algo que parecería imposible hacer si el planteamiento fuera a la inversa y que ningún colectivo de hombres ha salido a denunciar. Puestos a protestar por el tratamiento dado a los géneros en televisión, parece que nadie está contento.
En definitiva, el mundo del guión anda revuelto.
DE aquí a la censura previa media un charquito. En lugar d eabogar por la calidad y formación de nuestros guionistas, está a ver si cortan su libertad creativa. Desde luego, de los pirineos para abajo a ésto algunos lo llaman África.