Tras los numerosos rumores que habían surgido durante la semana afirmando que la pareja compuesta por Martha y Javier era la ganadora de Pekín Express, algunos de estos rumores apuntaban a que el propio Javier había colgado una pancarta en el exterior de su casa en la que decía que él era el ganador, finalmente ayer pudimos comprobar que nada de eso era cierto y que los ganadores eran Fernando y María. Me alegré, puesto que, pese a no ser mis favoritos desde el principio, la evolución de las eliminaciones los había dejado enfrentados a una de las parejas en mi opinión más antipáticas.
Alegra además ver que a la pregunta de qué iban a hacer con el dinero contestaran rápidamente que lo guardarían por si Idoia lo necesitaba para su recuperación, algo que sin duda no hubiera salido nunca de las bocas de los otros dos concursantes, aunque bien mirado, ellos nunca recibieron nada de las gemelas, por lo que podríamos concluir que tampoco tenían por qué hacer un gesto de este tipo.
Hace poco alguien comentaba la necesidad de que este programa tuviera participación del público, para que así la forma de comportarse de los concursantes también tuviera alguna influencia sobre el concurso, y no sólo su capacidad para hacer bien las pruebas. Con esta herramienta de participación podría aumentarse además el interés de los espectadores. Personalmente creo que la carrera está bien así, aunque si hubiera ganado alguna de las otras parejas probablemente pensaría de otro modo. Creo que la única manera de incorporar la opinión del público en el devenir de la aventura pueda ser a través de las famosas y muy aleatorias tarjetas rojas y verdes, que han permitido a los concursantes reengancharse en alguna de las etapas en lugar de ser enviados directamente de vuelta a España. En ese caso si que sería interesante que la decisión fuera tomada por el público, en función de la simpatía o capacidad de conmovernos con su fortaleza que cada pareja haya tenido. Lo complicado en este caso sería que el programa debería hacerse en directo, al menos lo que corresponde a la emisión del programa final de cada etapa, lo que incrementa las dificultades de producción y las posibilidades de hacer cada etapa cuando en buena lógica correspondería.
No cabe duda que Pekín Express tendrá una segunda edición y es allí donde veremos qué han aprendido sus productores de este estreno y como piensan mejorarlo, sin olvidar que a veces es mucho mejor dejar las cosas que funcionan como están en lugar de intentar arreglar lo que no está estropeado.
Por último mencionar que el montaje final que apareció en el programa mostraba a los cámaras y otros miembros del equipo de producción haciendo su trabajo, un trabajo que como ya he mencionado en otra ocasión, ha sido muy duro y muy poco recompensado y que merecía este pequeño homenaje recibido ayer. Muy bien pensado.
bueno
pues si se pasa algún directivo de Cuatro.. aquí van mis ideas para mejorar el formato:
– Al comienzo que haya muchas parejas… al haber Muchas parejas habrás mas piques.. mas cosas divertidas.. en definitiva: mas cosas que contar… y también mas momentos de tensión al haber mas eliminaciones.
– Lo del sobre verde o rojo me parece muy injusto. El programa es al final el que decide quien llega a la final.
– El casting de este año (y esta es la clave de cualquier reality) ha estado muy bien. Las gogós (queremos ver más tias buenas)… los gays… los vascos… la pareja en crisis.. etc etc. Que no tengan miedo en repetir clichés… y si pueden.. que añadan algún friky.
– que la carrera no sea siempre una carrera de autostop… q es muy repetitivo… y al fin y al cabo es suerte. (esto por el formato del programa es dificil de cambiar…).