Ayer en Antena 3, alguien tuvo una de esas ideas que no aportan nada y que, sin embargo, sirven para complicar la producción de un programa, hacerlo más costoso y, sobre todo, menos atractivo para el espectador. Me refiero a la decisión de incluir una parte de directo en el programa Esta Casa era una ruina.
Cuando anunciaron en el informativo que el programa se haría en directo, pensé que era un buen giro de tuerca, asumiendo que lo que iba a ser en directo era la entrega de la nueva viviendo a los protagonistas, algo que no tenía mucho sentido si recordábamos las promos en las que ya salían con las caras de sorpresa y encanto entrando a su nuevo hogar. Por eso, cuando explicaron que el directo consistiría en tener a parte de la familia frente a las cámaras para explicar aquello que ya estábamos viendo en el propio programa, la cosa no tenía ningún sentido. Es más, a la mente pensante que tuvo esta idea, también se le ocurrió incluir en el directo al protagonista del episodio del mes pasado, que pasa por ser uno de los más emotivos y de mejor resultado de audiencia, pero que no pintaba nada en esta nueva edición, pues el éxito de su participación era la ingenuidad, naturalidad y casi estado de shock permanente con los que asumió todo el proceso de transformación de su casa.
Pese a todo, ayer el programa cosechó una audiencia extraordinaria (22,4% share) a poco más de un punto de Telecinco y su Gran Hermano (23,7% share). Me pregunto si alguien se sentiría tan aburrido como yo con esta edición de Esta casa es una ruina como para pasarse la noche haciendo zapping entre uno y otro programa, sin realmente terminar de ver ninguno de los dos, algo que se hubiera solucionado habiéndolo dejado con su estructura habitual, de mayor ritmo y menor interés humano que la de ayer. Y es que yo, pese a que algunos en Antena Colectiva no lo terminen de entender ;-), soy de las que ve el programa por curiosidad con lo que acabarán haciendo con la casa y las soluciones decorativas y estructurales que incorporarán, lo que no quita que en ocasiones consigan tocarme la fibra sensible y eche alguna lagrimita, desde luego ayer no fue el caso, pese a que todo estaba, como siempre, editado y preparado para conseguirlo.
Yo lo que no entendía era que dejaran la ventanita abajo a la izquierda del programa en directo durante la publicidad. Yo eso sólo lo había visto en la Fórmula Uno, y ahí tiene sentido, porque puede pasar cualquier cosa, pero aquí… Demasiado, muy exagerado todo