Esta mañana en Madrid se ha inaugurado Ficod, el foro de contenidos digitales que intenta, un año más, centrar el panorama del sector de los contenidos por medio de conferencias y mesas redondas. La conferencia inaugural ha sido impartida por Chris Anderson, editor jefe de la revista Wired y conocido en todo el mundo por su teoría de la larga cola.
La conferencia ha sido tremendamente interesante, y sobre todo ha dejado algunos titulares que merece la pena dejar para la posteridad:
La industria de la música está viva y muy sana: lo que está en crisis es el modelo de los superventas, porque cada persona quiere algo distinto y ahora puede conseguirlo.
La televisión está más sana que nunca, lo que ocurre es que las audiencias masivas ya no son tan grandes como antes porque las personas no tienen los mismos gustos y con la ampliación de la oferta no hay tantos congregados al mismo tiempo frente al mismo programa.
Enlazar es el máximo acto de generosidad.
El nuevo mercado tiene infinito espacio en las estanterias donde exponer sus productos.
La calidad no es una cuestión técnica sino de relevancia.
Con estos titulares ya podríamos estar hablando durante horas del tema y es que tiene tanta razón que a veces es difícil entender como hay sectores que no lo ven tan claro como realmente está. Es evidente que el cambio es muy fuerte y la adaptación complicada, pero decir que hay determinadas industrias muriéndose de hambre cuando los datos afirman que hay mayor producción que nunca y una oferta superior a la imaginada hace apenas unos años es no querer ver más allá.
Importante también el comentario respecto a la definición de calidad, a propósito de como fenómenos como YouTube han inundado la red de piezas audiovisuales de calidad discutible pero tremendamente impactantes y exitosas, que las convierten en serios competidores de productos de excelente calidad técnica (el ejemplo que ponía era la diferencia entre Star Wars película, con sus mega efectos especiales, y una versión hecha con figuritas de Lego por un chavalín que ni tiene iluminación adecuada, ni una locución fantástica, ni efectos especiales algunos). Hasta ahora parece que las grandes empresas de contenidos no decían lo que teníamos que ver y qué nos debía interesar, mientras que hoy en día la larga cola permite que cada individuo tenga sus gustos personales y encuentre contenidos que se adapten a estos gustos particulares, dejando a un lado lo que los demás quieren que consumamos.
Una lástima que a esta conferencia no asistiera alguno de los ponentes de la siguiente charla, que insistieron en acusarnos de ladrones, nos llamaron cabrones y abogaron por la regularización extrema para conservar su modelo de negocio.
Estoy de acuerdo con que se le mete mucha caña a la descarga y acceso a contenidos audiovisuales por internet porque daña a los que hasta ahora se lo llevaban crudo, pero tampoco quita que tengan parte de razón. Me explico. El contenido de verdadera calidad es el que se produce para televisión y disfrutamos por la web. Si no se ve por los medios tradicionales tampoco tendrán financiación, y nos quedaremos con la amplia oferta que dices, que en su mayor parte son vídeos curiosos que se ven en 2 minutos para reirte un poco. Mientras no encuentren una manera de tener los mismos beneficios con la difusión online veo normal que la teman. Y en cierto modo nosotros también deberíamos pensar sobre ello.
Saludos!