Típica noticia donde el titular nada tiene que ver con el contenido: La casa de la pradera calificada para mayores de 18 años en Finlandia. Hasta aquí uno podría pensar que los finlandeses se han vuelto locos, pero luego lee la información y resulta que todo responde a un tema burocrático y que nada tiene que ver con el contenido de la serie en cuestión.
De todos modos, la lectura del titular me ha llevado a pensar que los finlandeses eran muy listos, pues aun recuerdo las series de mi infancia y como algunas del estilo de La Casa de la Pradera pueden marcar seriamente la infancia de los pequeños más impresionables de la casa. Y es que dramas como los vividos en esta serie, en Heidi o en Marco son difícilmente soportables por las mentes dóciles e inmaduras de las tiernas criaturitas de cinco o seis añitos, que hoy en día disfrutan mucho más sanamente con los Pokemon de turno.
Pareceré una loca que desvaría, pero lo digo completamente en serio, no recuerdo haber sufrido más viendo la televisión que en aquel episodio de Heidi en el que el abuelo la rechaza amargamente y ella es consciente de que le espera una vida terrible allí, en el medio de las montañas, con un viejo huraño a quién el amor de abuelo no le ha brotado en la vida más que para ordeñar a las cabras. Y no digamos luego el drama, cuando por fin consigue ser feliz, de tener que soportar a la odiosa Señorita Rottenmeier ¡rematadamente cruel!
Heidi se ha seguido emitiendo en los diversos canales infantiles que circulan por la oferta televisiva, del mismo modo que creo haber visto pasar La Casa de la Pradera, son series que nunca ofreceré a mi hija.
Imáginate que te llamas Marco y cuando tienes 3 años te ponen la canción puñetera del «No te vayas mamá» Creo que no lo superaré en la vida!!