Definitivamente, lo que empezó siendo una sospecha de que Está Pasando era un sucedáneo de Aquí hay tomate fue flor de un día, o de unas semanas si se quiere. A día de hoy podemos afirmar con toda rotundidad que no lo es, es más, que no le llega ni a la suela de los zapatos. Desde luego este programa ha conseguido hacer bueno ese refrán que afirma «Otro vendrá que bueno te hará», porque las cotas de cinismo, manipulación y prepotencia que cada tarde entran en nuestras casas de la mano de «el tirantes y la otra» rozan la insolencia más absoluta.
Y es que Aquí hay tomate era, sin duda, un programa que atacaba a las personas, básicamente a los famosos, de medio pelo o de pelo entero, hurgando en sus secretos más escondidos y en numerosas ocasiones haciendo noticia de cuestiones que nada tenían que ver con la realidad o que únicamente salían de personajes aburridos y sin oficio ni beneficio que querían su minuto de gloria gracias a su relación con algún famoso. Triste y en casi su totalidad deplorable, sin embargo, la presentación del programa con sus tonos de voz forzados, sus ay, ay, ay y su más que evidente cachondeito sobre los temas y personajes tratados, daban cuenta evidente de que el programa era un divertimento, una farsa, una broma más que pesada sobre los famosos, a quienes maldita la gracias que les haría dicha broma. Eran insultantes, chabacanos y muchas cosas más, pero no intentaban convencer a nadie de que eran periodistas serios en un informativo cabal, por muchas lecciones de presunta moralidad que dieran.
Está Pasando es todo lo contrario: escondidos en un halo de profesionalidad, de periodismo de actualidad de primera línea, tanto sus presentadores como sus colaboradores se pasan la tarde dando lecciones de moral a los personajes de los que hablan y a los espectadores. El tono con el que tratan cualquier noticia es de escuela religiosa de hace cincuenta años, moralista, cargado de razón y sin dar opción al espectador a crearse su propia opinión sobre las cosas. Según Está Pasando, las cosas son como ellos dicen y no hay más, no hay otra opinión, ni otra forma de verlas. Y cada vez están peor…
El programa es para darle de comer aparte, totalmente de acuerdo contigo, pero el tirantes es buena gente, lo sé de primera mano. Supongo que está ahí porque no puede estar en otro sitio mejor y hay que ganarse los garbanzos. Independientemente de esto, volvemos a lo de siempre, programa infame con audiencia, programa que se queda en la parrilla. Al final la gente que lo ve o no es la que manda.