Los fans de Joss Whedon llevan meses ya esperando el estreno de su nueva producción: Dollhouse. La promo que FOX ha circulado por la red es verdaderamente prometedora y el anuncio de que paraban la producción para centrar un par de cuestiones que no terminaban de estar finamente hiladas, lejos de preocupar a los fans del creador, debería haber sido una buena noticia, pues suponía que la serie iba a centrarse en limar todos los posibles cabos sueltos que la pusieron en riesgo antes incluso de haberse estrenado.
Sin embargo, los rumores de problemas no cesaban y el propio Whedon ha escrito un muy interesante post en su blog donde explica qué es lo que está pasando con la producción, poniendo toda la responsabilidad en la cadena y sus ejecutivos, quienes después de haberle contratado a la vista del piloto de la serie y con varios episodios ya escritos, ahora parece que vienen con ganas de cambiar hilos argumentales, hacer los episodios más autoconclusivos y, como dice el propio Whedon, sin importarles los años de experiencia y éxitos que le avalan.
Se ve que Joss está bastante mosqueadillo con el tema y es un gusto ver como en las grandes producciones televisivas americanas existen estos problemas que a veces creemos que sólo nos pasan a nosotros. Es curioso ver como han evolucionado tanto los tiempos en materia audiovisual como para que Whedon se plantee qué hace discutiendo con los ejecutivos de la cadena por estos cambios en el producto, cuando considera que podría estar ganándose la vida estupendamente produciendo para sí mismo en la red, algo hasta hace apenas un año impensable.
Cuando sigues leyendo su historia sobre cómo han estado trabajando en la produccion de estos primeros episodios, descubres cosas como que el piloto ha dejado de existir y ya nunca verá la luz tal cual se concibió en un principio, o como personajes que estaban originalmente en la historia han desaparecido, mientras que otros, pensados para un papel, han cambiado por completo su función, o que hay escenas que han sido reescritas hasta tres veces y regrabadas con distintos actores en distinas actitudes para al final ser deshechadas por completo. Es sin duda una tarea apasionante que te hace pensar en cuantas de las series que uno ve habitualmente se lleva a cabo este trabajo, dado que los tiempo de producción difícilmente permiten este tipo de lujos y complicaciones.
Ahora solo queda esperar a que la serie se estrene y ver si ha merecido la pena todo el trabajo o si las injerencias externas se lo han cargado.
¿Apostamos sobre el resultado? 🙂