Interesante y muy acertada reacción la de TV3 a la paradoja denunciada la pasada semana en varios blogs según la cual los contribuyentes de las arcas del estado debían pagar dos veces por disfrutar del contenido de la televisión pública catalana, caso de querer recuperar alguno de sus programas: una primera vez la que pagaban por medio de la recaudación de impuestos y una segunda la que debían abonar para descargar la pieza en cuestión de la web al cabo de siete días de su emisión, momento en el cual dejaba de estar disponible de forma gratuita.
Tras comentarse lo absurdo de esta medida, tratándose de un servicio público, responsables de TV3 han comentado que la medida está en proceso de ser modificada y han puntualizado que los programas informativos y los infantiles siempre han sido de acceso gratuito, incluso pasados esos primeros siete días, haciendo hincapié en la labor pública de ese tipo de programas y su valor de servicio a la comunidad, volviendo nuevamente sobre el manido tema de qué programas son servicio público y cuales no lo son tanto.
La web de TV3 y su servicio de televisión a la carta, donde estaban disponibles estos programas previo pago, funciona desde el año 2004, momento en el cual la difusión de vídeo a través de la red no era ni mucho menos tan habitual como lo es ahora, por lo que a nadie extrañó que estos programas se pusieran «a la venta» en la red. Es ahora, cuando nos hemos acostumbrado a intercambiar vídeos de todo tipo, cuando las empresas privadas aprovechan las ventajas de la red para hacer marketing de sus productos y todo el mundo sube y baja los videos de las diferentes plataformas dedicadas al audiovisual, cuando el planteamiento de cobrar por una cosa ya pagada por los ciudaddaos resulta chocante. No tenemos más que imaginar la que se habría liado si TVE hubiera optado por esa fórmula en su nueva web ¡todos nos hubiéramos echado las manos a la cabeza! Sin embargo nadie caía en que algo así ya estaba funcionando y aparentemente bastante bien.
Por lo que se ve, en la televisión autonómica catalana, no sólo son rápidos a la hora de lanzar productos online antes que el resto de canales de televisión nacionales, también lo son reaccionando ante las incongruencias de los nuevos tiempos y eso siempre es una buena noticia.
ACTUALIZACION (8/12/2008): Cómo ya se adelantaba y ahora nos confirma Ferran, TV3 a la carta ha dejado de tener coste alguno y ya se pueden descargar los programas de su sección TV3 a la carta de forma totalmente gratuita.
Efectivamente. Había un agravante más que muy bien señalaba David de Ugarte, y es que al incrustar los videos y pasar siete días, te convertías en una tienda de TV3 sin que nadie te lo avisa y sin cobrar nada. No tenía sentido.
La verdad es que han reaccionado estupendamente y hay que reconocer que siempre han estado preocupados por determinar fronteras correctas entre ingreso y servicio público.