Ayer estuve en la presentación de uno de esos cacharritos tecnológicos que son difíciles de explicar pero que, una vez que entran en casa se quedan para siempre, convertidos en uno de los mejores amigos del verdadero consumidor compulsivo de televisión. Hablo de Slingbox, un aparato del que hablé por primera vez en el año 2005, cuando se lanzó en Estados Unidos y que, en apenas quince días, estará disponible en España para uso y disfrute de todos nosotros, con las mejoras que en estos dos años de desarrollo ha ido incorporando.
Slingbox es algo tan sencillo como la posibilidad de llevarte en el ordenador o en el móvil cualquier dispositivo de televisión que tengas en casa. Mediante la instalación de un aparato como el de la imagen junto al receptor de televisión (hay dos versiones el Solo, 199 euros y el PRO, 299 euros) y la instalación de un software en el ordenador, podremos conectarnos a nuestro salón desde cualquier punto del mundo con tan solo encender el portatil (o el sobremesa de nuestra casa de vacaciones, si es que tenemos uno allí, pues permite instalar el software en tantos ordenadores como uno quiera). De este modo, se acabaron los interminables atascos del domingo por la tarde queriendo llegar a casa antes de que empiece el partido, o la búsqueda incesante en el bonito pueblo de montaña de algún bar moderno que emita el partido de tu equipo en el plus, se acabaron incluso las lamentables noches de hotel en el extranjero donde la única televisión española que puedes ver es esa extraña versión de TVE Internacional donde solo dan culebrones venezolanos. El único inconveniente es que estarás actuando sobre el televisor de tu casa como si estuvieras allí, de modo que las peleas por el mando, si hay alguien en casa, serán las mismas de siempre.
La otra posibilidad que ofrece Slingbox es la de ver la televisión en un móvil 3G, por medio de una licencia que se paga una sola vez para cada terminal (30 euros), más los gastos correspondientes de descarga de datos y, nuevamente, la televisión de casa al alcance de tu mano desde cualquier punto del mundo.
Un elemento más de la revolución televisiva que estos últimos años está cambiando los hábitos de consumo de los espectadores y que, en este caso, beneficia a todo el mundo, pues si hasta hace dos días había momentos del calendario en que claramente el consumo televisivo bajaba porque la gente no estaba en sus casas, ahora ya no hay motivo para que el hecho de no estar en casa haga bajar las audiencias de la televisión: más trabajo para los estudiosos del consumo de medios, que van a tener que incorporar una variable más a sus estudios ¿por qué se enciende sola la tele cuando la familia se va de vacaciones?
Hola, Chica de la Tele:
¿Alguna idea de los precios? Como aún no está a la venta, el vínculo «Comprar ahora» no muestra nada.
Un saludo y gracias.