En una sociedad en la que cada vez tendemos más a unificar los conceptos de masculinidad y femineidad (pese a que la lengua se empeñe en diferenciarlos), donde las muñecas ya no son sólo un juguetes para niñas con vestidos rosa y los coches de carreras han dejado de ser exclusivos de pequeñas fierecillas de pantalón corto, las cadenas de televisión se pliegan a una realidad persistente donde lo importante es vender y donde lo políticamente correcto o lo que debería ser pasa a un segundo plano.
Lo hemos visto desde siempre con los anuncios de detergente, que por mucho que incorporen a los amos de casa a su plantel de actores, no dejan de ser emitidos en su mayor parte en los cortes publicitarios de las telenovelas o los programas de cotilleo, aquellos que arrojan unos datos de audiencia mayoritariamente femeninos, y nunca en las retransmisiones de Fórmula 1 o fútbol. La publicidad no entiende de políticas de igualdad, lo que quiere es vender y hará todo lo necesario para llegar a su target, sin importarle si un análisis superficial de su ubicación arroja conclusiones tan evidentes.
Pero, para vender la publicidad, hay que tener contenidos adecuados al target al que queremos llegar y hay cadenas de televisión temática que tradicionalmente se han forjado una imagen tan blanca y tan inocente que, con el paso de los años y la evolución de los contenidos que han ido comprando otras cadenas, se han quedado fuera de juego. Es el caso de Disney Channel, que en su afán por ofrecer productos libres de violencia (lo que en otros canales llaman acción) y dirigido a un target quizá más joven que el resto de su competencia por la audiencia infantil, ha terminado por tener una audiencia mayoritariamente de niñas y, pese a que Disney Channel no busca los ingresos por publicidad en sus canales temáticos, esto no deja de ser un problema a la hora de fidelizar a una audiencia que se está yendo a otros canales como Cartoon Network o Jetix, que sí aprovechan sus contenidos de acción y aventura para monetizar, por medio de la publicidad, esos gustos masculinos a los que consiguen llegar más fácilmente. Es por eso que la gran corporación del ratón acaba de anunciar la creación de un nuevo canal, Disney XD, que sustituirá a Toon Disney a partir del mes de febrero.
Y es que, con la programación infantil pasa como con las películas de mayores, hay gustos para todos pero ¿no somos conscientes de que hay pelis para público masculino y público femenino?
Que yuyu da el canal Disney….parece una secta rarita.