No es infrecuente que en algunas comedias se haga referencia de algún modo al espectador, rompiendo la tradicional cuarta pared y mostrando consciencia de que nos encontramos ante una serie de ficción y no ante la vida real. En otras ocasiones ocurre todo lo contrario, y ficción y realidad se pretenden unir de tal modo que los actores llegan a perder su auténtica personalidad y pasan a ser los personajes que encarnan, paseando por platós y páginas de revistas con nombres fictícios y vivencias que nunca han experimentado más allá de la serie que interpretan.
Lo vivimos con Yo soy Bea en su momento de máximo esplendor, cuando todos sus protagonistas paseaban sus tramas por Telecinco, haciéndonos creer que eran reales y el colmo de la mezcla entre realidad y ficción ocurrió ayer cuando, en un aparentemente simpático guiño del guión, escuchamos a uno de los protagonistas quejarse de los problemas que le aquejaban, mientras otro le replica que tanto embrollo podría ser utilizado para escribir «un culebrón de sobremesa para marujas».
Así que eso es lo que piensan los guionistas de la serie para la que trabajan. No es que yo tuviera mucha mejor opinión de la serie, pero desde luego no me atrevería a decírselo a mis clientes de esa manera tan cruda y entiendo que existen otras formas mucho más finas y menos peyorativas de llamarle a una misma cosa, que por otra parte no tiene por que ser malo, después de todo culebrones ha habido siempre y siempre habrá y lo que entendemos por marujas es uno de los targets necesarios para la televisión, a ver si no donde iban a colocar los señores de Procter & Gamble o los de Johnson & Johnson sus anuncios.
Seguramente la frasecita habrá pasado desapercibida para la mayor parte de la gente, pero aun así, habría que tener un poquito más de respeto por la audiencia ¿no?
Amén 😀
Pero creo que no hay que ser exagerados en este aspecto, porque sino cada vez que anuncian o anunciaban (yo ya no veo la serie) su página web de yo también soy Bea o es el momento de las feas, también están faltando. Dudo mucho que sean las «marujas» las que vean Bea ahora que está tan emocionante Amar en tiempos revueltos 😉