Mucho se ha escrito estos días sobre el final de Los Serrano, sobre lo cutre de esa vuelta al principio tan poco imaginativa, ese recurso de todo fue un sueño cuando las tramas se han complicado tanto que ya no se sabe por donde salir y esa incapacidad para ofrecer un final digno a una serie que, debemos reconocerlo, tuvo unas cuantas temporadas de calidad.
Hay sobre todo dos cuestiones que hacen del final soñado un final lamentable, por una parte la incapacidad para hacer un final dramático: ¿por qué no podía todo terminar mal si al fin y al cabo en la vida real las cosas muchas veces se lían y todo termina fatal? Si las tramas fueron conduciendo a un sinfín de despropósitos ¿cual era el inconveniente de terminar mal? ¿Que la serie era familiar y debía tener un final feliz? ¿No hubiera sido más digno para la serie como obra audiovisual terminar, no digo con un Diego suicidado desde el puente de la autopista pero con una familia con problemas por resolver como todas las familias pero que se quieren y lucharán por intentar arreglarlos? Yo que sé… viniendo de ver otras series americanas donde sus creadores no tienen miedo de matar a los protagonistas (muchos ya me entenderéis) a veces una no entiende por qué aquí todo tiene que acabar siempre bien y ser una chapuza.
La otra cuestión que me parece bastante desacertada del final es la falta de respeto que supone hacia los nuevos personajes, que llevan varias temporadas en juego y que de pronto su paso por la serie no haya sido más que un sueño. Aun siendo pura ficción, que sean borrados de un plumazo parece poco elegante por parte de la productora, es como si hubieran sido siempre actores de relleno, como si nunca hubieran importado. Estoy segura de que la solución no ha gustado nada a algunos de los últimos contratados, aunque probablemente la más perjudicada de esta historia sea Jaydy Michell, que al fin y al cabo tenía un papel que nunca terminó de encajar en la historia.
Por último mencionar que la única manera en que este final hubiera tenido sentido habría sido su planificación desde un primer momento, si desde la primera temporada los guionistas hubieran pensado que algo así podía llegar a darse y hubieran grabado esa escena en la cocina, si el pasado jueves hubiéramos visto al pequeño Curro, pequeño de verdad, a Teté con sus coletas como eran en un principio y a Guille sin bigotillo, entonces si hubiera colado, porque así si, la cosa hubiera tenido algo de sentido y no habría sonado a cierre mal echado. A partir de ahora y por si las moscas, que todas las productoras preparen algo así desde el inicio de rodaje, para que cuele y sus actores no anden haciendo el ridículo con ropa de crios y coletas mal puestas.
Es que además son poco originales hasta para eso. Siempre que hay rumores de LOST o Héroes siempre hablan de que el propio protagonista hará como si nada, como que ha tenido un sueño.
Esa serie tuvo un principio genial, una trama que daba risa y un desenlace difícil de enfocar.
Deberían haber muerto todos gaseados en el bar en la primera temporada.
Nos hubieran ahorrado muchas jaquecas.