Otra entrada más en la que planteo una duda sobre las posibilidades que la TV 2.0 ofrece a la industria y en este caso cómo el aprovechamiento de las bondades del medio puede acabar por reducir la calidad del producto final en lugar de enriquecerlo.

Ya sabemos que las nuevas generaciones se pasan las horas en la red viendo videos de mala calidad, grabados con cámaras de poca resolución, aunque cada vez más las cámaras personales e incluso las de algunos móviles no tienen nada que envidiar a las de algunos profesionales, pero la compresión a la que son sometidas por ordenadores y plataformas de distribución, terminan por ofrecer una calidad escasa que no parece ser importante a la hora de entretener a la chavalada.

En condiciones normales este tipo de imágnes no pasarían los mínimos filtros de calidad de una televisión convencional, salvo para los informativos, donde ya nos hemos acostumbrado a ver imágenes de aficionados que, en representación del periodismo ciudadano, se erigen en la cara más inminente de la noticia móvil o cámara en mano, o en los habituales programas de zapping donde siempre se rellena algo de espacio con lo más visto de YouTube.

Sin embargo, cada vez empieza a ser más frecuente que las televisiones recurran a la audiencia para que les elaboren sus contenidos, en un pretendido afan de creación de comunidad que en mi opinión responde más a una produción barata de contenidos que a un interés real por estar cercanos a la audiencia. El último ejemplo se empieza a publicitar hoy con el anuncio del nuevo programa de TVE, Con un par de bromas, que no es más que el clásico programa de cámara oculta transportado a su versión 2.0 y que no consiste en otra cosa que pedirle a los espectadores que sean ellos quienes produzcan sus propias cámaras ocultas y las envíen para después, hiladas con la gracia que caracteriza a Javier Capitán hacer un típico programa de videos caseros.

Definitivamente esto NO es a lo que debemos aspirar con las nuevas tecnologías y las nuevas posibilidades que ofrece el medio. Estas gracias sirven para un ratito de broma en la red, pero no deberían servir para rellenar un espacio de televisión en prime time sólo porque ahora es muy fácil de hacer, de pedir y de montar. Una pena que la calidad de la televisión se acabe resintiendo aunque cosas como estas sean muy antiguas, pues no olvidemos que esto no deja de ser una versión algo más moderna de los clásicos Videos de primera donde se enviaban cintas VHS en lugar de subir los vídeos a la red.