Ayer tuve la oportunidad de formar parte de una mesa redonda en el I Foro de la Televisión Temática que se está desarrollando en El Escorial dentro de los cursos de verano que organiza la Universidad Complutense de Madrid. En la mesa en la que participaba se habló del caso concreto de Paramount Comedy y tuve la oportunidad de compartír charla con Joaquín Reyes, Ricardo Castella y David Navarro, conocidos cómicos del canal, los dos primeros ya metidos en la que podemos llamar primera división de la televisión y también junto al moderador de la mesa y productor del canal, Oliver Hernandez.
Se trataba de analizar la forma de hacer televisión de una canal como Paramount, que desoyendo las indicaciones que desde la casa madre estadounidense le fueron dadas en un primer momento, optó por hacer algo distinto, mucho más local, más cercano al espectador, algo con lo que este pudiera identificarse y así nacieron los nuevos cómicos y el género tan clásico americano del «stand-up comedy» pero a la española, que hasta el momento solo habíamos visto en el El club de la comedia pero con la peculiaridad de que en Paramount eran personas completamente desconocidas las que se acercaban a nuestras pantallas para hacer monólogos que ademas eran de su propia cosecha.
Junto a esta apuesta, arriesgada pero que ha logrado convertirse en la imagen identificativa del canal, programas como La Hora Chanante, de características absolutamente histriónicas y dirigidos a un público absolutamente friki que logran traspasar la pantalla y convertirse en un gran éxito del que todo el mundo habla y que todos los jóvenes conocen aunque no tengan acceso al canal. De ahí al fenómeno Muchachada Nui que hoy todos conocemos.
Precisamente ese fenómeno inesperado es el que personalmente quise resaltar con mi intervención como integrante de la mesa ajena al proyecto, aportando mi visión de crítica televisiva y de espectadora. Creo que Paramount ha logrado un efecto comunidad no buscado, que encaja perfectamente en el target al que va dirigido su producto y que si bien no necesariamente revierte en un beneficio económico o de audiencia, si le esta proporcionando un rédito como imagen de marca entre la juventud que es muy difícil conseguir. Con la proliferación de videos de los distintos programas del canal en las distintas plataformas de video de la red, tanto los profesionales como los programas de Paramount Comedy se han hecho conocidos entre espectadores y consumidores de video que son potenciales clientes, algunos de los cuales irán posteriormente a consumir al producto a la televisión, otros es posible que no lo hagan nunca pero no por el hecho de encontrarlo disponible en la red, sino porque no son público de televisión convencional, sin embargo se les está impactando con la marca de una manera que de otro modo sería impensable. Gracias también a esta popularidad espontánea, los programas de Paramount han logrado hacerse un hueco en las parrillas de las cadenas de TDT, donde hoy por hoy los riesgos ya sabemos que son mínimos y es mejor apostar a caballo ganador.
Podríamos pensar que este mismo efecto se puede conseguir de forma interna, subiendo los vídeos a la web de la propia cadena y beneficiándose así uno mismo del tráfico que se genera en torno a ellos, pero esto tiene un par de contras: de una parte la inversión económica y el esfuerzo humano que supone, que a veces no se rentabilizan con el tráfico que pueda aportar, especialmente si hablamos de un canal temático; de otro lado, la variedad que ofrecen plataformas de video como YouTube, donde puedo ver un video de La Hora Chanante y luego otro de algo que no tenga nada que ver, frente a la monotonía que supone estar cerrado a vídeos de un solo canal por divertidos que estos sean. A pesar de ello, soy absolutamente partidaria de que las cadenas con producción propia tengan disponible todo su archivo de vídeo en la red, pues siempre habrá una importante cantidad de gente dispuesta a ver mucho de lo que el canal tenga que ofrecer y si se lo ofrecemos todo junto y bien ordenado no tendrán que irse a buscarlo a otro lado.