He comenzado la mañana criticando a Cuatro por su tratamiento insultante a la audiencia en la noche de ayer, pero lo de telecinco el viernes no fue mucho mejor, aunque estos nos tienen tan acostumbrados que pudiera parecer que ya no le damos importancia.
Episodio clave en la serie Yo soy Bea: la fea protagonista, convertida ya en guapa heroina, está a punto de casarse con el galán y empezar una nueva vida para siempre. El gran evento lleva siendo anunciado a bombo y platillo desde hace quince días y la fecha y hora de emisión otros dos días, sin parar «Viernes a las 22:30», «Viernes a las 22:30» la cita resuena machaconamente en las cabezas de todos los aficionados a la serie, de los que alguna vez se han asomado a verla e incluso de aquellos que no tienen ningún interés.
Pero, llegan las 22:30 del viernes y la novia no aparece… ni el novio, ni los padrinos, ni la madre del cordero. 22:45, 23:00 y allí no hay ni rastro de boda, ni siquiera está presente el cura para poder impacientarse. Un rápido ejercicio de zaping o consulta a la prensa online nos desvela el problema, el partido de cuartos de final de la Eurocopa que enfrenta a Croacia y Turquía ha terminado con empate y por tanto debe extenderse otra media horita como mínimo.
Y, llegados a este punto, uno se pregunta ¿y qué tiene que ver un partido de fútbol en el que además no se enfrenta ningún equipo español, ni es una final de nada, con el retraso de un programa en otra cadena? Si además ni siquiera serán el mismo target.
Nadie duda del éxito televisivo del fútbol y de la audiencia que arrastra, pero no es menos cierto que, de haberse emitido el episodio de Yo soy Bea a la hora anunciada, la audiencia de la serie se hubiera desplazado a la segunda televisión de la casa para verlo (si asumimos que efectivamente es cierto eso de que la gente se compra televisores nuevos para ver las competiciones deportivas, luego sería la televisión principal la que se mantendría con el partido de fútbol). ¿Y esto que significa? Que aun siendo las mismas personas que sin fútbol las que estarían viendo la boda de Alvaro y Bea, no estarían contabilizadas, porque la televisión donde está el audímetro es la televisión principal de la casa, y no las de los dormitorios o cocinas.
Con esta reflexión hecha, y dado que las televisiones cada día hacen más tonterías en nombre de los resultados de audiencia, y teniendo en cuenta que en los tiempos que corren un importante porcentaje de población ya dispone de más de un televisor en casa ¿no sería ya hora de cambiar el sistema de medición para poder contabilizar doblemente en algunos hogares (proporcionalmente a los hogares en los que hay dos televisores o más, como corresponde a los estudios estadísticos) y no asumir que todos ven lo mismo? Cosas como la del viernes empiezan a ser intolerables pero, lamentablemente no veo que la tendencia sea positiva, más bien al contrario.
ACTUALIZACION: Me comentan en los comentarios (valga la redundancia) que los segundos y hasta terceros televisores si que están contabilizados en el panel de Sofres (no se puede ser tan mayor, me quedo anticuada 😉 Pues entonces si que ya no entiendo nada y el insulto me parece aun mayor ¿cómo es posible que se hagan estas cosas en nombre de las audiencias? ¿quién en su sano juicio espera a las once y media de la noche para lanzar su prime time de culebrón porque otra cadena esté emitiendo un partido de fútbol como el del viernes? Que alguien me lo explique porque de verdad que no lo pillo.
…el segundo y el tercer televisor están contabilizados en el panel de sofres…..