Si después de ver el piloto, pensabas que Fringe era más de lo mismo en cuanto a aviones y misterios, has caido en la trampa de JJ Abrams. Tan acostumbrado está ya en sus obras a hacer todo tipo de referencias a episodios anteriores y elementos externos, que en este caso ha jugado con todos nosotros y nos ha colocado un misterioso accidente aéreo y una sucesión de hechos extraños a su alrededor para que todos pensemos que Fringe es la solución a nuestro mono de Perdidos en estos duros tiempos que nos va a tocar vivir, con apenas unas pocas temporadas restantes y con tan solo la mitad de episodios en cada una de ellas.
Sin embargo Fringe nada tiene que ver con Perdidos, ni con islas desiertas y si en cambio con la renacida Expediente X, que gracias al cine ganará un buen puñado de público joven que no conce la serie y que puede quedar atrapado por esos fenómenos extraños. En este caso no parece que vayamos a encontrar marcianos, pero si muchos fenómenos extraños promovidos por la mano del hombre y la utilización perversa de la ciencia y sus posibilidades menos exploradas o publicitadas. Además, parece que la serie tendrá un gran arco argumental pero estará compuesta de episodios autoconclusivos, o al menos esa es la impresión que me ha quedado después de ver este piloto doble, lo que también es una buena noticia, pues permite pequeñas satisfacciones en cada episodio además de la necesaria frustración de seguir abriendo el misterio del arco argumental general.
Nuevamente Abrams se involucra en una serie en la que todo parece estar tan bien hecho y es tan entretenido que lo importante es el viaje, aunque luego uno se pare a pensar las cosas con detenimiento y haya muchos giros inverosímiles que en una serie española no consentiríamos.
Por último, destacar el original grafismo en 3D utilizado para las localizaciones.
Otras opiniones: por el momento sólo Pizquita