Definitivamente en este país somos una panda de maniáticos sin remedio. Por si no fuera poco con la mala costumbre de emitir las series y programas de prime time cada vez más tarde, consiguiendo que cada noche durmamos menos; por si no fuera suficientemente difícil para guionistas y creadores en general conseguir mantener la atención del espectador en episodios de 70 minutos, cuando ya los americanos han demostrado que lo ideal son los cuarenta y tantos; la última costumbre de los programadores nacionales es la emisión de los nuevos programas en mini-maratones de varios episodios, fundiendose así lo que podría ser una excelente baza de la parrilla en muchas menos semanas de las inicialmente previstas, agotando al espectador y haciendo que este pase de quedarse con un gran sabor de boca o un posible empacho, cansancio o simple desconexión por necesidad de sueño.
Tenemos multitud de ejemplos de estas prácticas, desde los megamarathones de 24 en Antena 3 (justificados en la cadena por la baja respuesta de la audiencia) a otros más recientes, como el de la segunda temporada de Roma en Cuatro pero, el que ha motivado mi entrada de esta mañana es el estreno de la muy publicitada y exitosa nueva serie de David Duchovny, Californication, que Cuatro estrenará este mismo jueves tras Cuestión de Sexo, hasta aquí muy bien, pero en sesión nada menos que triple.
Una serie como Californication es una pieza que debe ser consumida en pequeñas dosis. Realmente todas las series se hacen para ser consumidas de semana en semana pero hay muchas que por su trama piden a voces tener más episodios a mano para ser devoradas sin cesar, Californication no. Sus excesos están perfectamente medidos para quedar diluidos siete días, el encanto de su personaje principal reside en ser capaz de ver más allá de las imágenes y ofrecer tres episodios seguidos hace imposible ver más allá de un fornicador compulsivo… una pena
No sé si es un plan maquiavélico de las TV’s, pero van a conseguir, poco a poco, que cada vez menos gente vea «sus series» cuando las emiten…
Al final, te descargas las series en V.O. o traducida, con subtítulos o sin ellos, con mejor o peor calidad y, sobre todo, decides cuando y cómo quieres ver los episodios