Esta mañana he asistido a una mesa redonda donde jóvenes actores del medio daban sus impresiones sobre el sector. Entre ellos se encontraba Úrsula Corbero, joven intérprete de Física o Química y que, en un momento dado, ha mencionado la imposibilidad de continuar con sus estudios de bachillerato por ser incompatibles con trabajar en una serie de lunes a viernes. La verdad es que me ha dado pena que así fuera, porque considero que una parte fundamental del desarrollo personal y profesional de cualquiera es tener un mínimo de preparación, y el hecho de trabajar en algo que te gusta no debería impedir que al menos tengas el bachillerato completado.
Los más pequeños reciben en muchos platós clases particulares, para evitar que pierdan años de formación con algo que igual ni siquera es su profesión definitiva cuando sean mayores y que, en cualquier caso, es de obligatorio cumplimiento. Lógicamente, con los mayores ya no puedes hacer lo mismo y están en su derecho de decidir qué quieren hacer con su vida pero, dado que las productoras están llenas de gente mayor, adulta y conscientes de cuan importante es la formacion en la vida de estas personas y cómo una mala decisión como dejar los estudios a tiempo puede dificultarles mucho la vida ¿por qué no implicarse algo más?
Suena muy bonito y supongo que es tremendamente difícil de hacer, sobre todo de asumir el riesgo pero ¿qué pasaría si una gran productora como Globomedia incentivara a sus actores más jóvenes con la obligación de seguir estudiando hasta completar el bachillerato, bajo amenaza de matar al personaje si abandonan? Desde luego sería una motivación, pero además daría una imagen de compromiso por parte de la empresa y sería una campaña de marketing bonita y efectiva. Además, permitiría añadir un elemento de motivación general a la sociedad, donde estos actores interpretan personajes muy seguidos por la juventud, que vería así la necesidad de estudiar y aprobar para mantener a sus personajes favoritos en las series de moda.
No sé, igual esto suena muy bonito pero una productora no puede arriesgarse a que su estrella del momento sea un ceporro con las matemáticas y no logre sacarlas, viéndose forzado a casi cargarse la serie por culpa de algo ajeno a ella, pero el compromiso que se establecería entre unos y otros creo que merecería la pena.
Muy acertado.
El conocimiento, como dirían los románticos, te hace libre.
La formación permite, pienso yo, que los actores no se crean su éxito y esto les evitará convertirse en futuros «juguetes rotos».
Creo que suena bonito, y lo es. Sería una buena estrategia de comunicación para la productora de cara a padres y profesores. Pero no se si económicamente sería rentable, porque los personajes de la ficción no tienen nada que ver con esta idea (las responsabilidades personales en los estudios brillan por su ausencia) y se crearía una contradicción entre la realidad y la ficción perjudicial para los intereses de la productora.
Lo dicho, que es bonita pero…….