Lo que pasó ayer en Operación Triunfo fue uno más de los clásicos ejemplos de cómo el público se lanza a salvar al más débil, al pobrecito que sufre y es atacado. Contra todo pronóstico, tras ser vilipendiada por el malvado Risto, abucheada por el público y compitiendo contra uno de los guaperas y claro favorito de las niñas votantes, Esther se erigió ayer en heroina de la noche, consiguiendo permanecer una semana más en la academia más reality y menos cantarina de Operación Triunfo.
Que Esther siga en la academia es una sorpresa que ni el mismo Risto se esperaba, y pese a que le debe gran parte de su permanencia en el programa a la ristra de lindezas que le ha ido soltando semana a semana, no es menos cierto que se ha ganado el favor de la audiencia con su capacidad de aguantar el chaparrón, con sus ganas de aprender a cantar y su deseo de no pasar por el programa como una friki más de la televisión. En esta edición donde todo el mundo se queja, donde casi todos son un ejemplo bastante claro de juventud malcriada y poco dada a esforzarse para conseguir sus metas (fallará en las formas pero hay que ver cuanta razón tiene el Sr.Mejide cuando habla), el caso de Esther ha hecho ver que detras de los gallos y la gran autoestima hay una persona con dos dedos de frente que merece el premio que recibió ayer aunque yo pensara los primeros días que debían expulsarla fulminantemente.
Por cierto, mucho presumir de que este año se podía expulsar a los alumnos y, como también dijo Risto anoche, vaya lección de falta de autoridad que están dando este año. Es posible que aun no se haya llegado al punto de expulsar a nadie, pero parece evidente que el respeto que en años anteriores se ha tenido por Nina o Edith no se tiene este año con Angel. Me molestan los realities de profesores gritones y maleducados pero ir de colegas no funciona, creo que con Fama se alcanzó un punto intermedio que dio muy buenos resultados y alguien en OT debería tomar ejemplo.
Y otra cosa: el pique de Risto y Jesús Vazquez ¿no es un poco cansino? El primero tuvo gracia, pero ahora ya empieza a resultar incómodo, porque lo peor es que creo que no es una pose, que se pican de verdad, el uno con sus borderías y el otro haciendo de defensor de pleitos pobres «es que sé unas cosas que no puedo contar y tú te has pasado cantidad, eres malo» ¡por favor, que parecen niñas de colegio!
No seas ilusa en ese publi-reportaje llamado ot todo está guionizado